viernes, 30 de abril de 2010
jueves, 29 de abril de 2010
Vida del "Chacho"
“Hay que cuidarse de ese diario. Ataca como partido político y si uno le contesta, se defiende con la libertad de prensa.”
Chacho Jaroslavsky al diario Clarin (fuente, La noble Ernestina de Pablo Llonto)
Kulturkampf
Hace tiempo, comentando a Maquiavelo escribía esto:
Todo Príncipe, o digamos dirigente político que quiera modificar una ley, es probable que fracase en dicho propósito si no logra que aquellos beneficiarios con el nuevo estatuto, apoyen abiertamente con un compromiso concreto. Cuando un dirigente político quiere cambiar una ley, debe convencer a aquellos grupos beneficiados, en cambio, aquellos perjudicados se aferrarán duramente al viejo estatus quo. Pero el apoyo no se consigue con discursos o las bellas palabras (eso está lejos de la política), la palabra se debe imponer, y también debe haber un beneficio palpable por la experiencia sólida. Y acá la pelota es la que hizo parir la historia; la redonda, tan bien acariciada por algunos y tan bastardeada por otros. Quizá el negocio más rentable en capital económico y simbólico, haya sido la variable externa, para que la “virtud” política tenga su posibilidad. Tener de aliado al fútbol no era cosa desestimable, por eso era difícil encarar una discusión con semejantes bichos enfrente. Pero la soberbia, la impunidad de la palabra publicada, la torpeza de los que se aferran al pasado, fueron las condiciones que posibilitaron la situación. Hoy el gobierno utiliza el horario entre los partidos para publicar la propaganda oficial sobre la nueva ley de medios, y cabe recordar que los partidos gozan de buen ranting. El discurso llega con otro margen, con fuerza concreta (¿idea maquiavélica?) a diferencia de la palabra correctamente política pero sin practicidad. Y acá es donde entra la doble naturaleza del centauro (El Príncipe, XVIII), o en este caso, la centauride. Como sostiene Maquiavelo, un Príncipe debe tener esta doble cualidad, como enseñaban los viejos poetas. La doble naturaleza del centauro, mitad hombre o mujer, mitad animal. La parte humana servirá para manejarse racionalmente a través del calculo, el discurso y la palabra, y la parte animal servirá para imponer por la fuerza ese discurso, cualquiera de estas dos cualidades separadas son impotentes. Es la ley y la fuerza unidas, y el consenso es la guerra continuada por otros potreros.
Perdón por el autobombo, pero esto que escribí hace tiempo, hoy Beatriz lo sistematiza en un articulo, que verdaderamente, piensa al kirchnerismo y el nuevo kulturkampf.
Todo Príncipe, o digamos dirigente político que quiera modificar una ley, es probable que fracase en dicho propósito si no logra que aquellos beneficiarios con el nuevo estatuto, apoyen abiertamente con un compromiso concreto. Cuando un dirigente político quiere cambiar una ley, debe convencer a aquellos grupos beneficiados, en cambio, aquellos perjudicados se aferrarán duramente al viejo estatus quo. Pero el apoyo no se consigue con discursos o las bellas palabras (eso está lejos de la política), la palabra se debe imponer, y también debe haber un beneficio palpable por la experiencia sólida. Y acá la pelota es la que hizo parir la historia; la redonda, tan bien acariciada por algunos y tan bastardeada por otros. Quizá el negocio más rentable en capital económico y simbólico, haya sido la variable externa, para que la “virtud” política tenga su posibilidad. Tener de aliado al fútbol no era cosa desestimable, por eso era difícil encarar una discusión con semejantes bichos enfrente. Pero la soberbia, la impunidad de la palabra publicada, la torpeza de los que se aferran al pasado, fueron las condiciones que posibilitaron la situación. Hoy el gobierno utiliza el horario entre los partidos para publicar la propaganda oficial sobre la nueva ley de medios, y cabe recordar que los partidos gozan de buen ranting. El discurso llega con otro margen, con fuerza concreta (¿idea maquiavélica?) a diferencia de la palabra correctamente política pero sin practicidad. Y acá es donde entra la doble naturaleza del centauro (El Príncipe, XVIII), o en este caso, la centauride. Como sostiene Maquiavelo, un Príncipe debe tener esta doble cualidad, como enseñaban los viejos poetas. La doble naturaleza del centauro, mitad hombre o mujer, mitad animal. La parte humana servirá para manejarse racionalmente a través del calculo, el discurso y la palabra, y la parte animal servirá para imponer por la fuerza ese discurso, cualquiera de estas dos cualidades separadas son impotentes. Es la ley y la fuerza unidas, y el consenso es la guerra continuada por otros potreros.
Perdón por el autobombo, pero esto que escribí hace tiempo, hoy Beatriz lo sistematiza en un articulo, que verdaderamente, piensa al kirchnerismo y el nuevo kulturkampf.
miércoles, 28 de abril de 2010
El espejo que Clarín quiere imponer
La estrategia de Clarín es clara: la victimización. Ahora bien, las diferentes tácticas atraviesan el marco de la comunicación del grupo Clarín. El ejemplo más claro fue someter a Felipe y Marcela en una solicitada detalladamente escrita por asesores de imagen y estrategas del marketing político. Los afiches anónimos, los escarches de grupos desconocidos, la campaña de desprestigio del Banco Nacional de datos genéticos, etc son un claro ejemplo de cómo viene la mano. En un elocuente video -“diseñado” por el grupo que contrató a “sicarios comunicacionales”-, Clarín se raja las investiduras y en un acto de victimización relacionan el caso Venezuela en la actual coyuntura política argentina. Veamos el video, que creo que es uno de los más largos:
informe tendencioso de tn
informe tendencioso de tn
Carl Schmitt en Argentina
Para ellos, citar a Carl Schmitt, jurista de derecha, católico y compañero de ruta del nacionalsocialismo en los años ’30, supone ser neonazi o algo por el estilo (ilustres escritores, ensayistas, políticos y filósofos del siglo XX quedarían inmediatamente bajo esa sospecha: entre nosotros podría citar a Pancho Aricó, fundador del grupo Pasado y Presente y uno de los más refinados intelectuales de la izquierda, que editó y prologó un libro del jurista alemán; o a Jorge Dotti, profesor de filosofía moderna, autor de un voluminoso y erudito libro sobre la recepción de Carl Schmitt en Argentina y él mismo un confeso admirador del jurista sin por eso abandonar sus perspectivas democráticas; lo han citado liberales, conservadores y marxistas, de la misma manera que Jacques Derrida le dedicó un libro, Políticas de la amistad, para analizar sus ideas, o, más lejos en el tiempo, el filósofo judeo-alemán Walter Benjamin elogió sus escritos tempranos como un material sin el cual él no hubiera podido avanzar en sus reflexiones sobre la modernidad, la violencia y la soberanía y, muy cerca nuestro, el filósofo italiano Giorgio Agamben no ha dejado de citarlo para intentar pensar el “estado de excepción” y la problemática del poder).
Mensaje a la editorial Homo Sapiens: pdría la editorial reeditar la obra del Profesor Jorge Dotti ;"Carl Schmitt en Argentina". Ojála que todo este "Boom"de Carl Schmitt sirva para reeditar obras del jurista alemán.
Mensaje a la editorial Homo Sapiens: pdría la editorial reeditar la obra del Profesor Jorge Dotti ;"Carl Schmitt en Argentina". Ojála que todo este "Boom"de Carl Schmitt sirva para reeditar obras del jurista alemán.
martes, 27 de abril de 2010
lunes, 26 de abril de 2010
domingo, 25 de abril de 2010
Ayer, Hoy y Mañana
Porque sigo pensando que la hierba de los caminos la siguen pisando los caminantes.
Porque cada día que pasa, es un día más que no pasó en vano, y el camino de ayer es el camino de hoy.
Porque cada palabra escrita no conoce ventas ni palmadas.
Porque la palabra “compañero” volvió a tener el sentido que tenía antes de la noche neoliberal.
Porque todavía nos emocionamos con la idea.
Porque todavía nuestras lágrimas riegan el suelo de nuestra patria.
Porque la memoria del presente nos trae la memoria del ausente.
Porque todavía las mujeres de pañuelo blanco siguen siendo nuestras guías en este presente de olvido.
Porque la Historia nos encontrará y quién sabe en qué lugar nos tocara a cada uno, pero ese día; hoy, ayer y mañana diremos NO NOS MOVERAN..
Porque cada día que pasa, es un día más que no pasó en vano, y el camino de ayer es el camino de hoy.
Porque cada palabra escrita no conoce ventas ni palmadas.
Porque la palabra “compañero” volvió a tener el sentido que tenía antes de la noche neoliberal.
Porque todavía nos emocionamos con la idea.
Porque todavía nuestras lágrimas riegan el suelo de nuestra patria.
Porque la memoria del presente nos trae la memoria del ausente.
Porque todavía las mujeres de pañuelo blanco siguen siendo nuestras guías en este presente de olvido.
Porque la Historia nos encontrará y quién sabe en qué lugar nos tocara a cada uno, pero ese día; hoy, ayer y mañana diremos NO NOS MOVERAN..
sábado, 24 de abril de 2010
El que se calienta, pierde
El matrimonio P
Maldito sea el día que Feinmam escribiese un articulo sobre el desconocido presidente Kirchner: “el hombre K”. Hoy se reduce el nombre a una letra, y el ahorro inconciente de pronunciar la temida palabra: Satanás, Mandinga, Lucifer, el Anticristo , los kirchner. “lo-malo”, -la ausencia de bondad dirá algún neoplatónico medieval-. De rebote, la pareja de intelectuales recibe el nombre de “el matrimonio populista”.
De hecho lo importante es la recuperación de los k. ¡Qué grande los P que escribieron : "Hegemonía y estrategia kirchnerista". muy groso.
Lo puesto en este blog del escrito de Leuco es lo único que se pude publicar, lo demás es TERRORISMO
jueves, 22 de abril de 2010
El argumento emotivo
Con tono bajo y con la mirada cansada -¿de tanto ensayo?- los hijos adoptados de la dueña de Clarín, Marcela y Felipe, “leyeron” parte de la solicitada publicada ayer en varios diarios matutinos. A él -con la barba de dos días- se lo nota cansado; ella sin maquillaje, con el pelo atado; ambos de camisa. El lugar cuidadosamente vaciado de contenido. Atrás se pude ver un mueble sin ningún utensilio, ni siquiera una foto de “mamá” o de primos lejanos. La luz levemente descansaba sobre los rostros demacrados de lo “jóvenes”, ambos, preparados para defender su argumento: el emotivo. ¿el último argumento?
Crítica de la Razón Puta
En exclusivo, Goliardo Argentino tuvo acceso a los manuscritos que se encontraron en el baño del viejo Kant. En este tratado (la cuarta Crítica), encontramos un antecedente directo del Medio Pelo de Jauretche. En esta obra –traducida directa del alemán por el que escribe-, podemos analizar lo que Kant llama “formas tilingas” del entendimiento. En esta obra Kant analiza las costumbres monárquicas, francamente en decadencia después de la caída de la monarquía. También analiza el incipiente populismo del General Bonaparte. La formas tilingas se originaron en el choque de los nuevos ricos (burguesía, villanos) y los viejos privilegiados de la nobleza (cortesanos y monarcas). Se puede notar un antecedente directo de la Dialéctica de la conciencia, y en la posterior Fenomenología de Hegel: La conciencia noble y la conciencia vil. Próximamente se analizará la obra de Kant. Tilingos cuidaos con la filosofía crítica.
Goliardo: Doctor en filosofia barata y zapatos de goma
miércoles, 21 de abril de 2010
¡Fujimorazo legislativo!
Estamos ante un golpe institucional. El legislativo pretende disolver el Ejecutivo. A eso le llamo actitudes y proyectos de ley donde se establece:
“ARTICULO 19- Esta ley no puede ser vetada.”
Privar a un poder de facultades o atribuciones constitucionales; a eso se llama GOLPE INSTITUCIONAL.
Amalia y TNembaun
martes, 20 de abril de 2010
Exclusivo desde la Haya
Las bolupreguntas de Paula Bertol
Me encuentro con el Blog PRO en donde la lideresa hace una bolupregunta:
Se equivoca Paula Bertol, y también me equivoco yo. Como dice Feinman en la colección de filosofía de pag12: “Los culos de Tinelli son totalmente ideológicos”, en este caso, como ya lo denunciara Paula Bertol, la “causa de Macri tiene mucho olor a política”. Y las bolupreguntas de Bertol no son bolupreguntas. Debería preguntar esto:
Se equivoca Paula Bertol, y también me equivoco yo. Como dice Feinman en la colección de filosofía de pag12: “Los culos de Tinelli son totalmente ideológicos”, en este caso, como ya lo denunciara Paula Bertol, la “causa de Macri tiene mucho olor a política”. Y las bolupreguntas de Bertol no son bolupreguntas. Debería preguntar esto:
¿cómo será el olor a política?
Llamado a la solidaridad
lunes, 19 de abril de 2010
Crítica del juicio
Hoy fue un día realmente borgeano, no solo porque Chavez citó a Borges, o porque algún periodista propone leer la constitución empezando por el final, síno porque dijo un senador de la nación:
“Los valores de Cobos, a mi juicio, hay que rescatarlos”
“Los valores de Cobos, a mi juicio, hay que rescatarlos”
Por favor, otro psicoanalista a la derecha.
Cuando la Constitución se lee teleológicamente
Ya no saben que inventar, ahora proponen leer la constitución empezando por el fin. Increíble:
Este momento es único. Esto va a figurar en los diarios, en la historia, en el colegio. Lo van a estudiar los pibes dentro de 20 años y se van a cagar de risa.
Este momento es único. Esto va a figurar en los diarios, en la historia, en el colegio. Lo van a estudiar los pibes dentro de 20 años y se van a cagar de risa.
Clase protocolar del Estado Bolivariano
Así se recibe a un presidenta o presidenta, aprendan salames:
http://www.youtube.com/watch?v=QaFiK6iyiu4
Ayer Gramsci, hoy “El diario de Ana Frank”
Primero algo personal. Soy un joven de 32 años, para los chicos de 15 soy un viejo, y está bien que así sea. No tengo hijos, pero mi hermano me concedió el honor de apadrinar a mi sobrina. No soy un tipo muy cariñoso pero me acuerdo de vez en cuando de mis deberes de padrino. A mí ahijada re regalé solamente dos libros. Debería regalarle otros, pero bueno. Los dos títulos fueron “El ingenioso Hidalgo, do Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes, 12 y el “Diario de Ana Frank”. Hoy leo esto en página.
“Tras la polémica por la censura a textos sobre el Bicentenario, el gobierno de Macri recortó el plan “3 x 1. Leer para crecer” y evalúa dejar de entregar a todos los estudiantes El diario de Ana Frank, que se usaba para reflexionar sobre el terrorismo de Estado.”
Yo sin ser un pedagogo no tengo duda en qué significa para un chico de 12, 13, 14 o 15 años leer esa historia. Macri, Bulñrich, se están pasando, esto es INADMISIBLE.
¡Urgente, un psicoanalista!
Se necesita psicoanalista urgente para analizar las palabras vertidas por un alto dirigente rural. Léase:
“Yo no siento culpa, ni voy a ponerme colorado diciendo que hay un tipo de cambio retrasado”
“Yo no siento culpa, ni voy a ponerme colorado diciendo que hay un tipo de cambio retrasado”
Por favor, se aceptan comentarios lacanianos, freudianos y demás yerbas.
¿Por qué escribo tan buenos posteos?
Hace dos años, el lunes 24 de noviembre de 2008, este humilde blog sentenció en contra de toda la corriente blogosfera que pedía la renuncia de Cobos:
“Así como hubo en las batallas, guerreros héroes, pero temerarios, en la historia también hubo cobardes que llegaron a ser reyes, el caso más conocido fue Luís XVI de Francia. Ahora, para que un cobarde no quede como héroe hay que evitar que quede como víctima, por eso Montaigne sostiene en uno de sus ensayos, qué hacer con los cobardes. Este filósofo sostiene que a los cobardes no hay que condenarlos a muerte, sino sumergirlos en la ignominia y la vergüenza. Según comenta Montaige, el legislador Carondas (según comenta Aristóteles en la Política, Carondas creó la ley contra los "testigos falsos" “1274b”) condenaba a los cobardes a que se expusiesen vestidos de mujer durante tres días en la plaza pública. En la etapa anterior al mismo Montaige, a los cobardes se les quitaban los títulos de nobleza, dejando a los herederos fuera de todo círculo aristocrático. Para que no se entienda mal, lo que interpreto por “ignominia” en este caso hay que traducir “fuera de lugar”, o “desubicado”, “ponerlo incomodo”: donde digo “vergüenza”, digo “ridículo”, y donde digo “no condenar a muerte”, digo “evitar la victimización” y la posterior renuncia. Si lo condenamos a la renuncia, lo convertimos en héroe, en cambio si lo dejamos donde está, va a ser un palo de luz, aunque si, un poco molesto. Por el momento Cobos esta quedando en el ridículo de la política, los opositores ya le pinen cualquier cosa, también está desubicado, ahora hay que evitar que quede como víctima.”
Hoy Cobos viene en picada, e indudablemente fue un estorbo, pero la política del gobierno pudo mejorar las condiciones en el nuevo escenario político. Cobos, ansioso de gobernar, de ser presidente antes del 2011, esperó una manito destituyente de los medios, decidió quedarse, eso sí, comiéndose el propio capital político que tenía. Hoy Alfonsín tiene mejor imagen dentro del radicalismo. Como dijo Aníbal Fernández, dentro de 20 años en las escuelas los chicos van a comentar: “¿Qué te tóco? –la traición de Cobos”.
http://goliardo-argentino.blogspot.com/2008/11/de-los-cobos-segn-montaigne.html
“Así como hubo en las batallas, guerreros héroes, pero temerarios, en la historia también hubo cobardes que llegaron a ser reyes, el caso más conocido fue Luís XVI de Francia. Ahora, para que un cobarde no quede como héroe hay que evitar que quede como víctima, por eso Montaigne sostiene en uno de sus ensayos, qué hacer con los cobardes. Este filósofo sostiene que a los cobardes no hay que condenarlos a muerte, sino sumergirlos en la ignominia y la vergüenza. Según comenta Montaige, el legislador Carondas (según comenta Aristóteles en la Política, Carondas creó la ley contra los "testigos falsos" “1274b”) condenaba a los cobardes a que se expusiesen vestidos de mujer durante tres días en la plaza pública. En la etapa anterior al mismo Montaige, a los cobardes se les quitaban los títulos de nobleza, dejando a los herederos fuera de todo círculo aristocrático. Para que no se entienda mal, lo que interpreto por “ignominia” en este caso hay que traducir “fuera de lugar”, o “desubicado”, “ponerlo incomodo”: donde digo “vergüenza”, digo “ridículo”, y donde digo “no condenar a muerte”, digo “evitar la victimización” y la posterior renuncia. Si lo condenamos a la renuncia, lo convertimos en héroe, en cambio si lo dejamos donde está, va a ser un palo de luz, aunque si, un poco molesto. Por el momento Cobos esta quedando en el ridículo de la política, los opositores ya le pinen cualquier cosa, también está desubicado, ahora hay que evitar que quede como víctima.”
Hoy Cobos viene en picada, e indudablemente fue un estorbo, pero la política del gobierno pudo mejorar las condiciones en el nuevo escenario político. Cobos, ansioso de gobernar, de ser presidente antes del 2011, esperó una manito destituyente de los medios, decidió quedarse, eso sí, comiéndose el propio capital político que tenía. Hoy Alfonsín tiene mejor imagen dentro del radicalismo. Como dijo Aníbal Fernández, dentro de 20 años en las escuelas los chicos van a comentar: “¿Qué te tóco? –la traición de Cobos”.
http://goliardo-argentino.blogspot.com/2008/11/de-los-cobos-segn-montaigne.html
Aves rapaces reclaman subsidios para corderos
domingo, 18 de abril de 2010
Nietzsche y la “fábrica de ideales”
Este texto pertenece a ese gran insulto, a esa trompada certera a la Moral que Nietzsche hiciere entre zaratustras y dionisios: La genealogía de la moral. En un giro estilístico volteriano, Nietzsche abandona el tratado filosófico por un instante y desarrolla este hermoso diálogo, que creo, según mi entender, es una de las grandes síntesis de la critica a la modernidad. La fábrica como metáfora de la cultura, la individualización y la domesticación del hombre como sujeto sujetado, son en cierta manera, la base de los que hoy se entiende por pos-modernidad. Sin entrar demasiado en el tema, os ofrezco el texto que recién acabo de copiar (gauchada mediante) para unos cumpas de la facultad.
Nietzsche y la “fábrica de ideales”
¿Quiere alguien adentrase un poco en el secreto y, mirando hacia abajo, ver cómo se fabrican ideales en este mundo? ¿Quién tiene el valor para ello?...¡Vamos! Aquí está franca la mirada a este oscuro taller. Espere un momento, Sr. Listillo y Atrevido: sus ojos tienen que acostumbrarse primero a esta luz falsa y cambiante…¡Así! ¡Ya es suficiente! ¡Hable ahora! ¿Qué sucede ahí abajo? Diga qué ve, hombre de la más peligrosa curiosidad; ahora soy el que escucha.
−«No veo nada, pero oigo tanto mejor. Es un sigiloso y maligno rumorear en voz baja, un cuchicheo que viene de todos los rincones y esquinas. Me parece que se miente; una azucarada suavidad se pega a todos los sonidos. Se trata de hacer pasar mentirosamente la debilidad por mérito, no hay duda, es como usted decía».
−¡Siga!
−«Y la impotencia, que no paga con la misma moneda, se hace pasar por “bondad”; la bajeza miedosa, por “humildad”; el sometimiento a quienes se odia, por “obediencia” (a saber, hacia uno del que dicen que ordena ese sometimiento: le llaman Dios). A lo inofensivo del débil, a la cobardía misma en la que tan rico es, a su quedarse a la puerta, a su inevitable tener que esperar, se le da aquí el nombre de honorable, el de “paciencia”, o también el de virtud; no poder vengarse se le llama no querer vengarse, quizá incluso perdonar (“pues ellos no saben lo que hacen, ¡solo nosotros sabemos lo que ellos hacen!”). También hablan del “amor a los enemigos”, y mientras dicen eso se secan el sudor».
−¡Siga!
−«Son desgraciados, no hay duda, todos estos chismosos y monederos falsos de poca monta, por más que estén acurrucados bien calentitos unos junto a otros. Pero me dicen que su desgracia es una elección y galardón de Dios, que quien bien te quiere te hará llorar, y que quizá esta desgracia será una preparación, una prueba, un adiestramiento, o quizá algo más: algún día será recompensada y pagada a un enorme interés en oro, ¡no!, en felicidad. A esto le llaman “la bienaventuranza”».
−¡Siga!
−«Ahora me dan a entender que no solo son mejores que los poderosos, que los señores de la tierra cuyo trasero tienen que lamer (¡no por miedo, de ninguna manera por miedo!, sino porque Dios manda honrar toda autoridad), que no solo son mejores, sino que también “les va mejor”, o que en todo caso algún día les irá mejor. Pero ¡basta, basta! No lo aguanto más. ¡Aire viciado, aire viciado! Este taller en el que se fabrican ideales me parece que apesta a mentira y solo a mentira».
−¡No! ¡Un instante más! Todavía no ha dicho nada de la obra maestra de estos nigromantes que sacan blancura, leche e inocencia de todo lo negro: ¿no ha notado en qué alcanzan la perfección en el refinamiento, cuál es su habilidad circense más atrevida, más fina, más ingeniosa, más mendaz? ¡Preste atención! Estos animales de sótano llenos de venganza y de odio, ¿en qué convierten precisamente la venganza y el odio? ¿Ha oído usted alguna vez estas palabras? ¿Sospecharía usted, si se fiase de sus palabras, que se encuentra rodeado de hombres del resentimiento?...
−«Entiendo, abriré bien los oídos otra vez (¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, y me taparé la nariz). Ahora oigo lo que decían con tanta frecuencia: “Nosotros los buenos, somos nosotros los justos”, lo que exigen no lo llaman pagar con la misma moneda, sino “el triunfo de la justicia”: a lo que odian no es a su enemigo, ¡no!, odian la “injusticia”, la “impiedad”; lo que creen y esperan no es la esperanza de venganza, la embriaguez con la dulce venganza (“más dulce que la miel” la llamaba Homero), sino la victoria de Dios, del Dios justo sobre los sin Dios; lo que les queda para amar en este mundo no son sus hermanos en el odio, sino sus “hermanos en el amor”, y como ellos dicen, todos los buenos y justos del mundo».
− Y ¿cómo llaman a los que sirve de consuelo contra todos los sufrimientos de la vida, a su fantasmagoría de la bienaventuranza futura anticipada?
−«¿Cómo? ¿He oído bien? Lo llaman “el Juicio Final”, la llegada de su reino de ellos, del “reino de Dios”, mientras tanto vive “en la fe”, “en el amor”, “en la esperanza”».
− ¡Basta! ¡Basta!
Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral, B.G.P. Barcelona, 2002. I. 14.
Nietzsche y la “fábrica de ideales”
¿Quiere alguien adentrase un poco en el secreto y, mirando hacia abajo, ver cómo se fabrican ideales en este mundo? ¿Quién tiene el valor para ello?...¡Vamos! Aquí está franca la mirada a este oscuro taller. Espere un momento, Sr. Listillo y Atrevido: sus ojos tienen que acostumbrarse primero a esta luz falsa y cambiante…¡Así! ¡Ya es suficiente! ¡Hable ahora! ¿Qué sucede ahí abajo? Diga qué ve, hombre de la más peligrosa curiosidad; ahora soy el que escucha.
−«No veo nada, pero oigo tanto mejor. Es un sigiloso y maligno rumorear en voz baja, un cuchicheo que viene de todos los rincones y esquinas. Me parece que se miente; una azucarada suavidad se pega a todos los sonidos. Se trata de hacer pasar mentirosamente la debilidad por mérito, no hay duda, es como usted decía».
−¡Siga!
−«Y la impotencia, que no paga con la misma moneda, se hace pasar por “bondad”; la bajeza miedosa, por “humildad”; el sometimiento a quienes se odia, por “obediencia” (a saber, hacia uno del que dicen que ordena ese sometimiento: le llaman Dios). A lo inofensivo del débil, a la cobardía misma en la que tan rico es, a su quedarse a la puerta, a su inevitable tener que esperar, se le da aquí el nombre de honorable, el de “paciencia”, o también el de virtud; no poder vengarse se le llama no querer vengarse, quizá incluso perdonar (“pues ellos no saben lo que hacen, ¡solo nosotros sabemos lo que ellos hacen!”). También hablan del “amor a los enemigos”, y mientras dicen eso se secan el sudor».
−¡Siga!
−«Son desgraciados, no hay duda, todos estos chismosos y monederos falsos de poca monta, por más que estén acurrucados bien calentitos unos junto a otros. Pero me dicen que su desgracia es una elección y galardón de Dios, que quien bien te quiere te hará llorar, y que quizá esta desgracia será una preparación, una prueba, un adiestramiento, o quizá algo más: algún día será recompensada y pagada a un enorme interés en oro, ¡no!, en felicidad. A esto le llaman “la bienaventuranza”».
−¡Siga!
−«Ahora me dan a entender que no solo son mejores que los poderosos, que los señores de la tierra cuyo trasero tienen que lamer (¡no por miedo, de ninguna manera por miedo!, sino porque Dios manda honrar toda autoridad), que no solo son mejores, sino que también “les va mejor”, o que en todo caso algún día les irá mejor. Pero ¡basta, basta! No lo aguanto más. ¡Aire viciado, aire viciado! Este taller en el que se fabrican ideales me parece que apesta a mentira y solo a mentira».
−¡No! ¡Un instante más! Todavía no ha dicho nada de la obra maestra de estos nigromantes que sacan blancura, leche e inocencia de todo lo negro: ¿no ha notado en qué alcanzan la perfección en el refinamiento, cuál es su habilidad circense más atrevida, más fina, más ingeniosa, más mendaz? ¡Preste atención! Estos animales de sótano llenos de venganza y de odio, ¿en qué convierten precisamente la venganza y el odio? ¿Ha oído usted alguna vez estas palabras? ¿Sospecharía usted, si se fiase de sus palabras, que se encuentra rodeado de hombres del resentimiento?...
−«Entiendo, abriré bien los oídos otra vez (¡ay!, ¡ay!, ¡ay!, y me taparé la nariz). Ahora oigo lo que decían con tanta frecuencia: “Nosotros los buenos, somos nosotros los justos”, lo que exigen no lo llaman pagar con la misma moneda, sino “el triunfo de la justicia”: a lo que odian no es a su enemigo, ¡no!, odian la “injusticia”, la “impiedad”; lo que creen y esperan no es la esperanza de venganza, la embriaguez con la dulce venganza (“más dulce que la miel” la llamaba Homero), sino la victoria de Dios, del Dios justo sobre los sin Dios; lo que les queda para amar en este mundo no son sus hermanos en el odio, sino sus “hermanos en el amor”, y como ellos dicen, todos los buenos y justos del mundo».
− Y ¿cómo llaman a los que sirve de consuelo contra todos los sufrimientos de la vida, a su fantasmagoría de la bienaventuranza futura anticipada?
−«¿Cómo? ¿He oído bien? Lo llaman “el Juicio Final”, la llegada de su reino de ellos, del “reino de Dios”, mientras tanto vive “en la fe”, “en el amor”, “en la esperanza”».
− ¡Basta! ¡Basta!
Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral, B.G.P. Barcelona, 2002. I. 14.
Si tú eres la bien pagá...
Seguimos con la seguidilla de "bien pagas", Hoy María Laura Santillan
Bien pagá,
si tú eres la bien pagá
porque tus besos compré
y mi te supiste dar
por un puñao de parné,
bien pagá,
bien pagá,
bien paga fuiste mujer.
Para que no se ofenda, puse esta imagen con un chupete:
http://www.goear.com/listen/53ee8f7/la-bien-paga-manuel-bandera
Bien pagá,
si tú eres la bien pagá
porque tus besos compré
y mi te supiste dar
por un puñao de parné,
bien pagá,
bien pagá,
bien paga fuiste mujer.
Para que no se ofenda, puse esta imagen con un chupete:
http://www.goear.com/listen/53ee8f7/la-bien-paga-manuel-bandera
Crítica presiona a Fayt
Titula el blog incandescente de Clarín, “La guerra no terminó”. Notable título de los que se sienten perdedores. Un bello paraguas ennoblece el argumento. “No perdimos (¿por ahora?). El argumento; simple, la presión: La tapa de Crítica. El contraargumento: “El gobierno presiona a Fayt”. ¿cómo sigue?...
sábado, 17 de abril de 2010
Cobos y la Lotería en Babilonia
La edad moderna trajo consigo el ordenamiento jurídico de la sociedad, es decir, el Estado moderno. O si se quiere, el Estado trajo consigo el ordenamiento jurídico. No importa qué está primero, lo importante es que el nuevo orden legal estatal tiene (supongo), el monopolio de la violencia física. Como dice Foucault, la “estatización de la justicia” (La verdad y las formas jurídicas).
Ese monstruo frío, racional y violento, ese Leviatán, ese Príncipe centáurico, mitad animal, mitad racional, impersonal, normativo, vino para ordenar la sociedad civil, es decir, para ordenar el nuevo capitalismo tradicional que estaba floreciendo. La organización normativa, la positivización de las leyes, la mediación legal en las relaciones sociales significaron un cambio radical en la organización política de la sociedad. En esta nueva organización la autoridad es la Ley. El rey, el monarca tienen sus límites y lo político debe resolverse dentro de la ley. Las normas escritas constituyen la base para la organización. La constitución nacional de un país es el marco jurídico de la organización política.
Ahora imaginemos que la ley es interpretada de diferentes maneras. Quizás, existan varias interpretaciones para una misma ley. Imaginemos una organización donde los menores de 30 años con secundario completo interpretan que la mayoría absoluta de una cámara es el porcentaje de diputados o senadores sentados en sus bancas. Esta interpretación es válida porque el jefe del cuerpo tiene el atributo de quitar y agregar asientos. La norma es absolutamente válida. Si hay tres asientos disponibles, dos miembros sentados son la mayoría absoluta.
Imaginemos que la mayoría absoluta de una cámara es interpretada como la mayoría de los presentes, inclusive mozos y asesores, y no como la mayoría de la totalidad de la cámara. Si la totalidad de la cámara son 10 miembros, y en una sesión faltan 9, entonces la totalidad de la cámara sería una sola persona. El quórum estaría garantizado en los días en que el jefe del cuerpo decide quitar 9 de los 10 asientos para limpieza o reparación.
Imaginemos que los días de lluvia, la mayoría absoluta de la cámara sólo se consigue con la mayoría de los presentes con paraguas rusos. Los paraguas argentinos no tienen validez en la sesión. Sería válida la mayoría absoluta. Con un voto se puede reformar una Constitución.
O imaginemos que la mayoría absoluta se decide por el peso físico de los presentes. Se instala una gran balanza, y de un lado y del otro se deciden la mayoría absoluta. El cuerpo que pesa más tiene la mayoría absoluta. Una parte del sindicalismo tendría gran poder de convocatoria y serían grandes constitucionalistas.
Quizá, otra interpretación acerca de qué es mayoría absoluta en la totalidad de una cámara, sea aquella por la cual, los miembros presentes sólo existe para aquellos espíritus superdotados que pueden verlos. La mayoría absoluta estaría compuesta por espíritus caídos en desgracia, pero la comunicación con estos espíritus sería inexistente. La mayoría existe, pero es inaplicable.
Imaginemos que la misma interpretación es ley y que cualquier interpretación es valida jurídicamente. En ese caso, la constitución se llamaría La interpretación. Inclusive existirían carreras universitarias de interpretación. La hermenéutica seria la disciplina por excelencia de la sociedad. El derecho sería un apéndice, un renglón interpretativo de la Gran exégesis. Existiría una plaza llamada Interpretación, una avenida llamada “Interpretación”, una estación de tren llamada “interpretación”. Una sociedad donde la interpretación es ley, el orden y el desorden no tendrían sentido. El gobierno y la anarquía serían sinónimos. Inclusive la interpretación no tendría sentido sino como ley. Perdería su esencia. El llanto y la alegría serian sinónimos. La traición y la fidelidad no tendrían sentido. El amor, el odio, las lágrimas…
(Este pequeño relato es una interpretación liviana del cuento de Borges: La Lotería en Babilonia)
Ese monstruo frío, racional y violento, ese Leviatán, ese Príncipe centáurico, mitad animal, mitad racional, impersonal, normativo, vino para ordenar la sociedad civil, es decir, para ordenar el nuevo capitalismo tradicional que estaba floreciendo. La organización normativa, la positivización de las leyes, la mediación legal en las relaciones sociales significaron un cambio radical en la organización política de la sociedad. En esta nueva organización la autoridad es la Ley. El rey, el monarca tienen sus límites y lo político debe resolverse dentro de la ley. Las normas escritas constituyen la base para la organización. La constitución nacional de un país es el marco jurídico de la organización política.
Ahora imaginemos que la ley es interpretada de diferentes maneras. Quizás, existan varias interpretaciones para una misma ley. Imaginemos una organización donde los menores de 30 años con secundario completo interpretan que la mayoría absoluta de una cámara es el porcentaje de diputados o senadores sentados en sus bancas. Esta interpretación es válida porque el jefe del cuerpo tiene el atributo de quitar y agregar asientos. La norma es absolutamente válida. Si hay tres asientos disponibles, dos miembros sentados son la mayoría absoluta.
Imaginemos que la mayoría absoluta de una cámara es interpretada como la mayoría de los presentes, inclusive mozos y asesores, y no como la mayoría de la totalidad de la cámara. Si la totalidad de la cámara son 10 miembros, y en una sesión faltan 9, entonces la totalidad de la cámara sería una sola persona. El quórum estaría garantizado en los días en que el jefe del cuerpo decide quitar 9 de los 10 asientos para limpieza o reparación.
Imaginemos que los días de lluvia, la mayoría absoluta de la cámara sólo se consigue con la mayoría de los presentes con paraguas rusos. Los paraguas argentinos no tienen validez en la sesión. Sería válida la mayoría absoluta. Con un voto se puede reformar una Constitución.
O imaginemos que la mayoría absoluta se decide por el peso físico de los presentes. Se instala una gran balanza, y de un lado y del otro se deciden la mayoría absoluta. El cuerpo que pesa más tiene la mayoría absoluta. Una parte del sindicalismo tendría gran poder de convocatoria y serían grandes constitucionalistas.
Quizá, otra interpretación acerca de qué es mayoría absoluta en la totalidad de una cámara, sea aquella por la cual, los miembros presentes sólo existe para aquellos espíritus superdotados que pueden verlos. La mayoría absoluta estaría compuesta por espíritus caídos en desgracia, pero la comunicación con estos espíritus sería inexistente. La mayoría existe, pero es inaplicable.
Imaginemos que la misma interpretación es ley y que cualquier interpretación es valida jurídicamente. En ese caso, la constitución se llamaría La interpretación. Inclusive existirían carreras universitarias de interpretación. La hermenéutica seria la disciplina por excelencia de la sociedad. El derecho sería un apéndice, un renglón interpretativo de la Gran exégesis. Existiría una plaza llamada Interpretación, una avenida llamada “Interpretación”, una estación de tren llamada “interpretación”. Una sociedad donde la interpretación es ley, el orden y el desorden no tendrían sentido. El gobierno y la anarquía serían sinónimos. Inclusive la interpretación no tendría sentido sino como ley. Perdería su esencia. El llanto y la alegría serian sinónimos. La traición y la fidelidad no tendrían sentido. El amor, el odio, las lágrimas…
(Este pequeño relato es una interpretación liviana del cuento de Borges: La Lotería en Babilonia)
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