miércoles, 28 de abril de 2010

El espejo que Clarín quiere imponer

La estrategia de Clarín es clara: la victimización. Ahora bien, las diferentes tácticas atraviesan el marco de la comunicación del grupo Clarín. El ejemplo más claro fue someter a Felipe y Marcela en una solicitada detalladamente escrita por asesores de imagen y estrategas del marketing político. Los afiches anónimos, los escarches de grupos desconocidos, la campaña de desprestigio del Banco Nacional de datos genéticos, etc son un claro ejemplo de cómo viene la mano. En un elocuente video -“diseñado” por el grupo que contrató a “sicarios comunicacionales”-, Clarín se raja las investiduras y en un acto de victimización relacionan el caso Venezuela en la actual coyuntura política argentina. Veamos el video, que creo que es uno de los más largos:


informe tendencioso de tn

2 comentarios:

Gonzalo Agustin Sueiro dijo...

Esta campaña de victimización también es un duro producto de marketing.

ya están en el horno, y empiezan a sentir el olor de la ropa chamuscada

saludos

Anahi dijo...

habrá que aplicar en el futuro a la estrategia una solución de guerrilla. Es preciso
ocupar, en cualquier lugar del mundo, la primera silla ante cada aparato de televisión (y,
naturalmente, la silla del líder de grupo ante cada pantalla cinematográfica, cada transistor, cada
página de periódico). Si se prefiere una formulación menos paradójica, diré: La batalla por la
supervivencia del hombre como ser responsable en la Era de la Comunicación no se gana en el
lugar de donde parte la comunicación sino en el lugar a donde llega. Si he hablado de guerrilla es
porque nos espera un destino paradójico y difícil, a nosotros, estudiosos y técnicos de la
comunicación: precisamente en el momento en que los sistemas de comunicación prevén una sola
fuente industrializada y un solo mensaje, que llegaría a una audiencia dispersa por todo el mundo,
nosotros deberemos ser capaces de imaginar unos sistemas de comunicación complementarios que
nos permitan llegar a cada grupo humano en particular, a cada miembro en particular, de la
audiencia universal, para discutir el mensaje en su punto de llegada, a la luz de los códigos de
llegada, confrontándolos con los códigos de partida. (Eco, 1967)