miércoles, 21 de octubre de 2009

Plegaria a una labradora


Cuando después del Solsticio Zeus cumpla los sesenta días de invierno, entonces la estrella de Arturo abandona la sagrada corriente del Océano y por primera vez se eleva brillante al anochecer, detrás de ella, la Pandiónida golondrina de agudo llanto salta a la vista de los hombres en el momento en que comienza de nuevo la primavera. Anticípate a ella y poda las viñas, pues así es mejor.

Pero en cuanto el que lleva su casa encima remonte las Pléyades, entonces ya no es tiempo de cavar las viñas, sino que ahora, afila las hoces y despierta a los esclavos.

No te sientas a la sombra y deja la cama temprano en la época de la siega, cuando el sol reseca la piel. justamente entonces, levántate de madrugada, trae a casa el fruto para que tengas bastante sustento; pues el alba hace la tercera parte del trabajo, el alba, que al despuntar, pone en camino a muchos hombres y coloca el yugo a muchos bueyes.


Hesíodo, Trabajos y Días, 565-580, “Trabajos de Primavera”



Letra: Plegaria a un labrador

http://www.youtube.com/watch?v=j6Aq2tUdhnw

1 comentario:

Anónimo dijo...

una labradora a la que le gusta el lujo, tiene 30 casas, la cara reventada por las cirugias y unas cuantas carteras Louis buitton.