No hace mucho tiempo, en el ámbito del fútbol convivían un millar de habitantes, es decir, una mínima parte de hombres y mujeres periodistas, y una gran mayoría de jugadores de fútbol, es decir simplemente, jugadores de fútbol. Los primeros disponían de la palabra, los segundos la tomaban prestada. En las canchas de fútbol mediaba el micrófono entre el hincha y el jugador, la palabra tenía dueño, al igual que las imágenes. Era perfecto, la edad de Oro del periodismo deportivo. Unos hablaban y los otros jugaban, unos poseían el micrófono -arma mortal que funciona como un hierro caliente-, y los otros callaban para ser cicatrizados por la T y la C de dicho instrumento. La marca se llevaba para no ir al matadero. Unos gritaban “¡Libertad de prensa!” “¡El canal de la familia!”, y los otros repetían “¡…tad de …ensa!, “¡…nal de …filia!”
Eso se acabó, las bocas se abrieron solas, las voces negras y cabecitas se sublevaron en un grito de dignidad. “¡libertad de empresa!”, “¡que la sigan mamando!”. Inmediatamente algunos periodistas no entendieron lo sucedido: “¿qué, hablan?”, “¿Qué groseros?”. La mordaza impuesta por el hierro caliente ya no presionaba con el dolor, y la respuesta fue la objeción. El jugador de fútbol dejó de ser objeto de discurso para convertirse en sujeto de discurso, y el periodismo deportivo comenzó a ser el objeto de conocimiento de los irrespetuosos de pantalones cortos. “¿Qué decadencia la nuestra –dice un periodista-, no sabemos responder a los ignorantes de la pelota?”.
La rebeldía del futbolista se ha convertido en solidaridad, en reconocimiento mutuo frente al micrófono torturador y canalla. Las camisetas transpiradas tienen más peso que el traje y el maquillaje de los estudios de televisión, las caras sucias responden sin miedo, interpelando sin piedad a su objeto. El periodista dejo de ser el dueño de la palabra, porque quedó meramente en la palabra. El jugador es palabra y juego, conocimiento y acción, pausa y pegada. El condenado es el periodista deportivo, que sin el monopolio mediático, cunde la dominación entre el barro del potrero, y el tablón de las tribunas.
(Gracias a Sartre, por el prefacio a Fanon de “Los condenados de la tierra”)
(Gracias a Sartre, por el prefacio a Fanon de “Los condenados de la tierra”)
6 comentarios:
Qué lindas palabras Goliardo.
Saludos
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Goliardo, te mando unas palabras de un amigo, que suma a la hora de repensar este momento político.
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UNA MORAL VICTORIANA
Por Jorge Aloy
Llegó el día en que nuestra moral fue vapuleada.
El director técnico de la Selección Nacional de futbol invitó a todos los periodistas que no apoyaron su proyecto a “que la chupen”.
Por supuesto, a nadie le gusta que le manden a chupar nada. Pero hagamos un poco de historia: el periodismo deportivo en nuestro país conoció su auge en la década del 90, junto al nacimiento de los canales de televisión
Con el transcurrir de los años se adueñaron de las transmisiones de los partidos y, fundamentalmente, de la opinión. Inclusive llegaron a convencernos de que era muy bueno que nos muestren una hinchada mientras abajo, en la cancha, se jugaba un partido. Salvo honrosas excepciones, existieron periodistas deportivos al servicio de un jefe que hacía ostentación de la moral del fútbol. Es decir, los periodistas serviles la estaban chupando. Por supuesto, habían elegido a quién.
La doble moral argentina, al igual que la moral victoriana, dice una cosa y hace otra. Porque esta moral es capaz de soportar durante la cena ver a unas señoritas frotándose en un caño, o ignorar un golpe de estado en Honduras, o no sorprenderse porque EE.UU. invada a otro país, o una diva que esconde autos ilegales que pida la pena de muerte. Pero que manden a alguien que la chupe, no.
Para el director técnico de la selección nacional de futbol no hay grises, sólo blanco o negro. Y lo que todos sabemos es que, quien no tiene grises no acepta sobornos. Entonces no es funcional a los intereses morales de los dueños de la palabra.
El director técnico de la selección nacional de futbol no tiene grises: apoyó la transmisión de fútbol gratuito por la televisión pública. Apoyó la nueva Ley de Medios.
Los dueños de la opinión hablaron siempre de los directores técnicos de la Selección Nacional de futbol. De Bielsa dijeron que era poco menos que estúpido. De Basile, vago. Hoy dicen que Bielsa sería un técnico serio para nuestra Selección.
No es necesario que hagamos ninguna defensa sobre la actuación o función del director técnico de la Selección Nacional de futbol. Podemos estar de acuerdo o no. Hoy tal cosa no importa. Hoy el asunto es acerca de la duda que genera eso de seguir mamándola.
Hay más: hace unos días apenas, un Senador de la Nación mandó a “que se recontrametan la candidatura en el medio del culo”. Nadie se horrorizó. Nadie reclamó diciendo que estaba comiendo con sus hijos y se encontró con ese exabrupto en la televisión. Es mas, hubo políticos que lo apoyaron y comprendieron. Y los periodistas no hablaron de moral. Quizá el Senador sea rubio y bien educado. Y los periodistas, en ese momento, no recordaron el pasado de este político cuando no hizo nada por la provincia que gobernaba mientras se inundaba.
Sin embargo, todos los periodistas recordaron el pasado del director técnico de la Selección Nacional de futbol. Desde su pobreza hasta sus momentos conflictivos con las adicciones. Quizá no sea ni rubio ni bien educado.
Evidentemente el periodismo deportivo en nuestro país es hijo de nuestro periodismo. De nuestros vicios, de nuestros negociados oscuros.
Este asunto sirvió, al menos, para desvelar una vieja discusión: los ángeles no tienen sexo. Pero Dios, si.
* Jorge Aloy tiene un excelente blog literario: El Perro Elocuente.
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Muy bueno! Es así. Lo de Maradona fue ejemplar y, con otras formas, lo de Aimar estuvo buenísimo también.
ayer escuche a maradona en 678, y recorde las palabras simples de tevez, se trata de las cosas de la politica, de la politiqueria diria yo, la politica es para los grandes, el negro tevez no es un ningun gil como dijo goliardo, el negro tevez sabe de como la politiqueria y el tilingaje burgues arrasa con la cultura con el saber popular, el negro tevez sabe, el diego asbe de el avasallamiento de las empresas q lucran en decir cto gana un jugador de futbol pero nunca en decir cto gana el patron al q le rinden ctasy el que le da letra a su prolijo discurso, se llenan la boca con palabras lindas y bellas, mientras nosotros el pueblo nos llenamos el corazon de emociones encontradas entre el diego de todos, el tevez del pueblo, esos cabecitas piensan, para mal de muchos y para honra deaquellos que pensamos en que todavia ser digno y tener palabra es una etica de discurso y una decision politica. Diego, tevez estan haciendo politica y esa politica me emociona hasta las lagrinas porque no se queda en las palabras bonitas de la retotica sino en la esencia de un decir del pueblo, y cuendo el pueblo habla algo en las raices de la patria puede cambiar, algo puede ser diferente esta vez, goliardo querido amigo, mientras haya sangre en las venas de america latina habra muchos que la van a tener que seguir chupando, y como dije el diego ...
que la sigan mamando de parte de malenak
Buenísimo el texto de Jorge Aloy.
La entrada muy buena también. Saludos gente!
El Perro Elocuente, el blog de Jorge Aloy:
http://elperroelocuente.blogspot.com/
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