jueves, 7 de abril de 2011

La discriminacion mata

Isabel nos acompaña por la calle 5, desde el Centro de Acceso a la Justicia, en la manzana 16, dando vuelta por la canchita esplendorosa que puso Macri, con ese piso sintético color verde nuevo y rozagante que lastima entre tanta pobreza. Isabel es delegada de una de las manzanas, era amiga personal del Sapito y está ayudando a Patricia en lo que puede, igual que Rafael, marido de Patricia, todos compungidos caminan entre las calles abigarradas de chicos, de mujeres que cruzan de un lado a otro. Humberto murió porque la ambulancia no accedió, pero Isabel cuenta que son muchos los casos de disciminación con delantal del SAME. Llama la atención el camión de gaseosas parado en medio del barrial, junto al almacén. ¿Es de acá? Contesta que no, Isabel. ¿No tiene miedo? No, esa camioneta tampoco es de acá.

2 comentarios:

paola dijo...

Qué podemos esperar? te invito a que escuches en la sala de maestros de cualquier colegio, aún en los públicos, el grado de desprecio de algunos docentes (lo digo porque soy docente).
qué podemos esperar, si la cabeza de gobierno es el primer discriminador.

Daniela Godoy dijo...

En una experiencia de taller de ciudadanía y género en Ciudad Oculta, una de las cosas que más me dolió fue el escuchar de algunas personas residentes lo que sienten y dicen cuando se les pregunta dónde viven. El no saber si decir que viven en Oculta, el saber que serán considerad@s distinto al decir que son de la villa, es una forma terrible de revictimizarse ell@s mism@s, y está visto que no les faltan razones.
Un abrazo.