Zoncera Nº 2 "Riquelme es lento"

Así como en el plano político Don Arturo Jauretche develó las zonceras argentinas, en el ámbito futbolístico también existen estos complejos argentinos. Las zonceras son conceptos institucionalizados en la cultura, en el pensamiento, quizá hasta en el inconciente social, en el sentido común y hasta en el arte. Anteriormente comencé estos escritos en homenaje a ese gran Autor, don Jauretche. La primera zoncera se llamó: “El jugador Argentino es vago”. La segunda zoncera: “Riquelme es lento”

Zoncera nº 2 “Riquelme es lento”.

Una vez le pregunté a un amigo folclorista que le gustaba bailar. “¿Zamba o Chacarera?”. Me dijo que a él le gustaba más la zamba, le parecía más sensual el ritual del pañuelo, pero la chacarera le encantaba, y más cuando tenia unos traguitos encima. “Medio machao, es más lindo”. Y le repregunté. “¿y para escuchar? –lo que venga- me dijo.” En el fútbol se dá algo parecido. Jugar con tres en el fondo, cuatro en el medio, enganche, es una cuestión de gustos, lo importante es el sentido de lo que se quiere hacer. El gusto es personal. Igual que en la zamba o la chacarera. nadie dice que una es mejor que la otra, es más, son complementarias.

El otro día le preguntaron a Dolina qué opinaba de la salida de Riquelme. “Lo voy a extrañar, pero más lo va extrañar Messi o Masquerano”. Riquelme economiza el juego y no de amarrete, sino reparte el espacio. Román hace un cálculo matemático y relaciona la velocidad del compañero, la del defensor contrario y en una milésima de segundos, decide; sabe si le conviene dársela al compañero y hacer una pausa o esperar otra opción. Mientras pensó todo esto, mira al línea para ver si su compañero está en posición adelantada. Esto parece tedioso, pero esta calculado. Esto es economizar, repartir espacio, repartir tierra. Riquelme le quita al fútbol lo que está de sobra. Román utiliza hasta los campos que no sirven para sembrar. Es como una reforma agraria mental, instantánea y sin burocracia de por medio, sin ningún interés político, sin clientelismo, sólo la eficacia y la precisión hacia la gloria, el arco, el gol. Muchos creen que esto es lentitud. ¡Qué zoncera! Quizá esta creencia venga de una zoncera mayor: Fútbol civilizado y fútbol barbárico. Todo lo criollo es inferior, mientras que la racionalidad europea es superior. Hoy dicen que en el mundo que no hay más enganches. Pero esto es una genealogía nietzscheana-futbolística. “Dios ha muerto y nosotros somos sus asesinos”. ¿Cómo hemos podido borrar la raya del horizonte? los enganches no murieron, algunos siguen dando batalla a la mediocridad, a la especulación del fútbol liberal donde el tiempo televisivo es mas importante que el juego o el jugador. Dentro de esta velocidad, está el puñal que va dirigido a los últimos enganches. Román es víctima de este embrutecimiento futbolístico, de esta alienación televisiva donde la velocidad no es mental, sino económica.

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-¿Papi, por qué la Argentina jugó tan lenta?

-Por la altura m´hija, por la altura...

-¡Paaaa,... por la altura... ! ¿del técnico?