No existe otra palabra más significativa para expresar la escena dantesca de ayer, cuando la selección Argentina perdía 6 a 1 frente al dignísimo equipo de Bolivia. Hecatombe se llamaba en la religión griega al sacrificio de animales, en especial de bueyes. Un matadero no seria una hecatombe, porque difiere la motivación y significación del hecho. La hecatombe tiene características religiosas, mientras que el Matadero tiene un fin terrenal o alimenticio.
En la selección nacional se viene una hecatombe. Hoy escuché varias voces muy críticas a Maradona y conociendo al técnico, no sé si se va a bancar lo que viene. Voces que hasta ayer no existían, pero que hoy empiezan a surgir. Poca gente tiene la capacidad de oponerse a una situación en la soledad. Es el caso de Juan Román Riquelme que percibió actitudes que no compartía y decidió dar un paso al costado por convicción y sinceridad. Actitudes por parte de Maradona que fueron aumentando a medida que permanencia en el cuerpo técnico. Después de la espantosa y dantesca presencia de la selección Argentina de ayer frente a Bolivia, el sicariato de periodistas y amigotes de Maradona, salieron hoy a hablar del los problemas de la altura, la incapacidad que tiene el cerebro al no recibir oxigeno la sangre y demás zonceras futbolísticas. Otras voces fueron distintas, es el caso de Humberto Grondona que dijo: “Si tengo al lado mío a un entrenador campeón del mundo, sería muy tonto si no lo consulto”.
En “Estudio fútbol” de TyC fue muy gracioso ver a un trasnochado Palacios repartiendo argumentos sobre la altura y “comentando” sobre las virtudes futbolísticas de Bolivia. Otro que causó gracia fue Recondo, su impronta de periodismo amigazo, o periodismo maradoniano quedó en evidencia cuando no pudo contrastar las opiniones del Viejo Pagani.
Se viene una Hecatombe, pero todavía no sabemos quiénes van a ser los sacrificados, los bueyes de este matadero mítico.
¿Quiénes serán los bueyes sacrificados por esta secta denominada Iglesia Maradoniana?
Los jugadores… Grondona… La selección… el mismo Dios Sacrificado por su propia jeta…
Se viene la Hecatombe
En la selección nacional se viene una hecatombe. Hoy escuché varias voces muy críticas a Maradona y conociendo al técnico, no sé si se va a bancar lo que viene. Voces que hasta ayer no existían, pero que hoy empiezan a surgir. Poca gente tiene la capacidad de oponerse a una situación en la soledad. Es el caso de Juan Román Riquelme que percibió actitudes que no compartía y decidió dar un paso al costado por convicción y sinceridad. Actitudes por parte de Maradona que fueron aumentando a medida que permanencia en el cuerpo técnico. Después de la espantosa y dantesca presencia de la selección Argentina de ayer frente a Bolivia, el sicariato de periodistas y amigotes de Maradona, salieron hoy a hablar del los problemas de la altura, la incapacidad que tiene el cerebro al no recibir oxigeno la sangre y demás zonceras futbolísticas. Otras voces fueron distintas, es el caso de Humberto Grondona que dijo: “Si tengo al lado mío a un entrenador campeón del mundo, sería muy tonto si no lo consulto”.
En “Estudio fútbol” de TyC fue muy gracioso ver a un trasnochado Palacios repartiendo argumentos sobre la altura y “comentando” sobre las virtudes futbolísticas de Bolivia. Otro que causó gracia fue Recondo, su impronta de periodismo amigazo, o periodismo maradoniano quedó en evidencia cuando no pudo contrastar las opiniones del Viejo Pagani.
Se viene una Hecatombe, pero todavía no sabemos quiénes van a ser los sacrificados, los bueyes de este matadero mítico.
¿Quiénes serán los bueyes sacrificados por esta secta denominada Iglesia Maradoniana?
Los jugadores… Grondona… La selección… el mismo Dios Sacrificado por su propia jeta…
Se viene la Hecatombe
2 comentarios:
Sí, señor, "hecatombe" es un título apropiadísimo. A esto lo llamo yo CULTURA futbolera. Felicitaciones!
Juro que trato de ser una buena persona, que no deseo la muerte de nadie y que incluso prefiero que mis enemigos sigan vivos más tiempo que yo.
Pero cuando veo a Marcelo Palacios y a Gastón Recondo me surge de adentro un instinto de asesino serial incontrolable, tengo que cambiar de canal rápido, y encima volver rápido para seguir odiándolos, y me imagino la escena en que me los encuentro por la calle con un palo con clavos en la punta y se lo encajo en la cabeza....
Dios...no los puedo ver.
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