jueves, 23 de abril de 2009

Ángel Cappa


Si alguien quiere aprender de fútbol, debe escuchar a Ángel Cappa. Si alguien siente que sabe de Fútbol también debe escuchar a Ángel Cappa. Pensador del fútbol y gran conceptualizador del potrero que tanto le hace falta al fútbol argentino. Una vez le preguntaron sobre Riquelme y dijo:

“Riquelme tiene una visión estratégica que le permite intuir la jugada antes que los demás, por eso es mucho más rápido que casi todos. Normalmente elige bien y tiene un toque preciso que utiliza para ir buscando el espacio y el momento de atacar. Y basta que una camiseta amiga se le mueva delante para que ponga uno de esos pases de gol que justifican el precio de la entrada. Posiblemente jugar sea su mayor pecado para un fútbol que cada día nos arrebata un poco más el placer del juego y nos obliga a aceptar como natural el criterio comercial que impone el negocio con esa frase tan repetida como absurda: hay que ganar como sea. Nadie --que yo sepa-- ha explicado qué significa semejante cosa.”

Una persona que piensa del fútbol esto:

“Decía un entrenador inglés, que ahora no recuerdo el nombre, que el fútbol no es una cuestión de vida o muerte. Es algo mucho más importante. Y es cierto, porque el fútbol le permitía y le sigue permitiendo a un tipo de un barrio tener algo que a los pobres le arrebataban desde la cuna: el orgullo. Es decir, yo a partir de una pelota de fútbol soy alguien, en el sentido profundo. Me gano así el respeto mío y el de la gente. En el barrio, el tipo más respetado era el que mejor jugaba al fútbol (por supuesto que no es un planteamiento racional, es un sentimiento compartido por todos). ¿Qué otros medios tiene para que lo reconozcan y el mismo reconocerse? ¿Qué otros valores culturales le quedan en el barrio para tener una identidad? ¡la pelota!

El fútbol te enseña a ser valiente, a superar el miedo a perder, el miedo a meter la pierna, a pedir la pelota. Te enseña también a mantener el equilibrio entre el éxito y el fracaso, porque vos sabes que estas caminando sobre una cornisa y que el fracaso y el éxito dependen de tonterías, a veces. Entonces uno se vuelve prudente. En el fondo uno sabe que tuvo éxito ese partido pero también que pudo haber perdido, porque pegó una pelota en el poste, o resulta que le pegó mal y la pelota entró igual. Esto me parece que es fundamental. Sobre todo el respeto.”

Ángel Cappa aparte de ser un pensador del fútbol, es una persona comprometida con lo social. El técnico se acercó al Museo de la Memoria con algunos jugadores de Huracán.

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