viernes, 28 de noviembre de 2008

Tres versiones de Judas

Lo que se entiende por traición quizá en la estructura de pensamiento de origen Cristiano, sea la acción vas abominable desde el punto de vista moral. Por eso Dante ubica a los traidores en el noveno circulo del infierno, aunque hay que decir, no todas las traiciones tienen la misma densidad ontológica. Juan Sasturain había adelantado algo sobre “los cagadores”. Y lo que se entendió –en su momento- como “una de Iscariote” no era más que una simple “cagada” sin el menor sentido estético de la traición. Si Judas es la excelencia en el arte de Traicionar, Cobos viene a ser un simple “cagador”, de madrugada, eso si, con rasgo de Pilatos en lo higiénico. Recordemos algo de Sasturain:

“Así entonces, en casos como éstos que nos toca ventilar, como no se trata de una amistad preexistente, de un vínculo (ideológico, político) genuino, no se puede decir que te traicionan. Simplemente, te cagan.”

Para que exista traición debe haber un vínculo de amistad (puede ser político, familiar o ideológico), por eso sostiene Juan que “solo traicionan los amigos”. Pero por más berreta que sea la traición, sigue siendo traición. Con goles en contra y de rebote, también se ganan los partidos. El gol sin excelencia es gol, y así se ganan mundiales. Existe la traición de menor categoría, y es acorde a la personalidad del traidor. Este tipo de personajes se los puede denominar “Judas de medio pelo”.

Otro tipo de traición -con olor a excrescencia-, es la de Felipe Sola. Este también es “cagador” pero para diferenciarlo del primero lo denominaremos “garcador”. Es viejo vizcacha venido a diputado, y la traición le queda grande, pues no hay excelencia en los consejos del viejo vizcacha. Es un payador sin caballo, ni guitarra, y mucho menos perseguido, aunque si, muy hábil para hacerse amigo del juez. Una vez le preguntaron como cómo hacia para estar en todos los gobiernos y contesto: “hay que hacerse el boludo”. Este tipo de personajes no trascienden demasiado en la historia, pues suelen tener una “estadía” cómoda, y hasta pueden tener fama de galantes. Muy sucio para “transcender en la historia”, y muy limpio para “hacer historia”. Los ladrillos no se hacen con pompas de algodón, se hacen con mierda y barro, y las manos tienen que dar forma a la mierda.


Otro tipo de traidor, pero de bajo nivel es Anibal Ibarra. Quizá de todos estos “cagadores” sea el más ingrato. Caído en desgracia debido a la negligencia, no hubo momento en que no pidiera auxilios a gritos. Cómo el chancho que entra al matadero, Ibarra gritaba sus desconsuelos, y en el peor momento político de su historia, recibió el apoyo explícito de Nestor Kirchner. Pero este cagador se “cagó” en el apoyo. Al primer conflicto importante, explotó como chorizo de poca monta, a la hora de bancarse el calor en la parrilla. Avejentado y sin pelo –como chorizo barato- anda Ibarra buscando sustento, su imagen lo delata, y su historia lo condena.



Estos son los tres Judas CRIOLLOS.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No traicionó kirchner a Duhalde? No traicionó Duhalde a Menem?

Cobos se comportó como un peronista, no siendolo. Por eso es tan intolerable.

patricio dijo...

impecable lo suyo...para variar.saludos.

Mauri Kurcbard dijo...

Excelentis.Me gusto el rescate de esa categoria sasturaiana y con que contundencia lo aplico a cada uno de buitres.
Saludos, cumpa.

Politico Aficionado dijo...

Y si, son así, como Ud los pinta.

Anónimo dijo...

GENIO COBOS, TRAIDOR QUE TRAICIONA A UN TRAIDOR ( ES DECIR, LOS K ALIADOS DEL MENEMISMO EN LA ENTREGA DEL PATRIMONIO ESTATAL = ypf) TIENE 100 AÑOS DE PERDÓN