viernes, 7 de noviembre de 2008

El solipsismo de Carrió y la garantía divina


Cuando se quiere analizar un discurso político plagado de misticismo, es necesario distinguir elementos, establecer parámetros de argumentación, y no obstante, la decontrucción de conceptos ubicados en el contexto sociopolítico que los establece. Carrió con su estilo profético –pero no a lo Zaratustra-, y de poca monta, es una clara exposición del un discurso político, mezclado con citas apocalípticas, en un mejunje filosófico-teológico de morondanga.

El discurso de Carrió parte desde un “solipsismo fundamentalista”, todo parte del yo (“el yo Lilita”), y este yo que accede a las verdades universales, los imperativos categóricos, es el que establece la agenda antológica de ser “yo lilita”. El problema de este argumento consiste en justificar el propio pensamiento político, sin acudir al otro como entidad política. Cuando Elisa Carrió perdió las elecciones, dijo que el voto de ella era cualitativo, mientras que el de Cristina era cuantitativo. ¿Discriminación? ¿Qué quiso decir en esos conceptos? en principio, dividir votantes en categorías es un problema, ahora reducir las categorías “cualidad” “cantidad”, es equivalente a una epistemología netamente gorila. ¿Qué es un voto cualitativo? –No lo explica Lilita, pero más o menos se puede rastrear. Recuerdo que Lilita dijo que a ella la había votado la gente más educada, ilustrada (y no recuerdo si dijo que también la habría votado la gente más linda, dejo el beneficio de la duda), y por lo que se deduce, las cualidades son aquellas acepciones representadas por los conceptos de la ilustración clásica. La educación, las instituciones, la civilidad. En cambio, la cantidad –voto cuantitativo según el maniqueísmo metodológico de Carrió-, quedó destinado al “voto cautivo” –carente de subjetividad política-, determinado por el clientelismo político. En definitiva, lo grave no está en la crítica al clientelismo, sino en la categorización moral, de los “tipos de votos”, o la “clase de gente” que vota a tal candidato o tal candidata. El solipsismo de Carrió la lleva al fundamentalismo moral, en el cual el único voto civilizado, correcto, moral, es el destinado a su agrupación política. En cambio, el voto barbárico predeterminado por el choripan y el vaso de gaseosa, es inmoral, no solo por el que ofrece la prebenda, sino también por el que la acepta. El rigorismo de Lilita, es más fundamentalista que el de Kant, “el deber es por el deber”, a diferencia de “actuar conforme al deber”. Este último, el voto a Cristina es un voto “conforme al deber”, parecido al deber, la obediencia es a una inclinación (el argumento gorila por excelencia, es el voto por “el chori”), en cambio, el voto destinado a Lilita, es un voto “por deber”, y solo pueden acceder a esta universalidad, aquellas personas que salieron de la minoría de edad, cultivaron su razón, actúan por convicciones, sus votos son expresiones de la racionalidad democrática e institucional, pues los partidarios de Carrió tienen la suerte de representarse las leyes universales en sus teñidas “caviladeras”. En el voto conforme al deber” es tan culpable uno como el otro, de vivir en las más sublime barbaridad. Cuantas veces hemos escuchado insinuar a Lilita que el voto moral solamente corresponde a ella.

Todo este argumento fundamentalista, parte de la imaginación cerrada de Carrió, aunque los fundamentos ya se podían encontrar en frases como “Libros y alpargatas”, Carrió parte de una interpretación teológica de la realidad, en el cual, no solo “el yo lilita” puede interpretar las leyes universales que rigen la verdadera conducta “por deber”, sino para el que le queda duda, todo este pensamiento esta garantizado por dios. Cuando Cobos desempató en el senado –beneficiando a los grande pooles de siembra, y perjudicando a los pequeños productores con las baja en las retenciones, y por los subsidios al flete-, Carrió dijo que no había sido Cobos, sino Dios. Y cuando se le preguntó sobre el voto de Menem dijo que Dios se valía de artilugios para imponer su voluntad. Ayer cuando la vi a lilita más sola que la luna, en el cual ni los cumpas de Clarín le echaron una mano, pensé que además del solipsismo metafísico, empezaba a insinuarse un solipsismo político.

13 comentarios:

Mario Paulela dijo...

Muy buen análisis. Muy lúcido. Ya intenté un acercamiento al comportamiento de esta mujer, no tan bueno como el tuyo. Creo que ese modo de pensar es viral: recuerdo cuando ganó Cristina que la locutora de La Nata en la radio, Verónica Castañares, dijo al día siguiente: "es que el hambre no te deja pensar". Mientras el gordo boludeaba con los "45% de botox", la minita retradujo ese pensamiento de Carrió que señalás tan bien, el de la "minoría lúcida" a la que apela cada vez que pierde. Un discurso así no se sostendría en el tiempo (su propia dinámica es caníbal) si no fuera por los Medios.
Groso, cumpa
Saludos
MP

guille dijo...

Eataba alteradisima ,el plano de tn cada vez mas cerrado y ella tomada de la mano con dos señoras estilo testigo de jehova ,rezos ,himno ,autismo discursivo ,ni los centros de los noteros cabeceaba.
Me hizo acordar a victor sueyro en cuanto fui y vine vi la luz y tengo el testimonio ,el angelito curraba con los libros ,la carrio nos quiere vender un buzon en la epoca del e-mail y le tiene terror a la minimizacion de su discurso pedorro y gorila.
Saludos.

Anónimo dijo...

Goliardo, muy bueno el post.
El problema para mí es que la irracionalidad-racional-reaccionaria que la mina profesa, contacta bastante con una parte no pequeña de nuestros hermosos centros urbanos.
Justo hoy salimos con algo parecido en nuestra covacha www.bandoneon.blogspot.com
Nos gustaría conocer tu opinión

Saludos bandoneónicos

Anónimo dijo...

Perdón. La dirección correcta es www.bando-neon.blogspot.com

saludos

Mauri Kurcbard dijo...

Muy bueno Goliardo.
la foto es la gorda nazi de Pacualino Stebelezas?

Mauri Kurcbard dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
caca dijo...

Es muy bueno el análisis -muy bueno- pero me quedo con eso que rescatás al final: como justifica cualquier cosa con Dios. Es una cosa de locos. Decí que Dios no existe, que sino se la llevaría rápido.

Anónimo dijo...

Muy buen análisis Goliardo. También leí uno muy bueno de MP.
Evidentemente la bloggósfera Nac&Pôp la tiene bién "junada" a la Bliblita. Pero ¿no será hora de empezar a ignorarla de a poquito? Estoy seguro que hasta su hijo adoptivo (Majul), dejará de lleverla quincenelmente (vá una semana ella y otra Macri) a La Corniza.

Goliardo dijo...

Hola amigos y amigas, en este momento estoy en medio de un brindis plenamente dionisiaco, mañana comento algo. gacias por los aportes, el analisis sobre el "yo lilita" sigue en una segunda meditacion.

Anónimo dijo...

Natanael, Dios existirà o no existirà, pero en ninguno de los casos es boludo.
No se va a llevar pronto a ese bicho infecto, lo cual es un problema para nosotros y un alivio para Êl.
Paciencia, este bruja tiene vencimiento en el 2009.
Saludos.

ram

Anónimo dijo...

Si Hannah Arendt supiera que esta mercachifle de alquiler es su seguidora seguro se tira abajo de un bondi trucho en plena Av. Calchaquí.
Algo parecido le habrá pasado al Rabino Marshall Meyer cuando se enteró acerca del rabino previsional.

Partes de Guerra dijo...

Goliardo:

"Legitimidad segmentada", dijo la Gorda, por el triunfo de CFK. Y justamente es por lo que decís: CFK ganó con el voto de los "pobres" y "brutos manipulados", en cambio ella ganó en muchas ciudadades de gente blanca, limpita, perfumada y republicana.

Un abrazo

MariLú dijo...

que buen analisis, para decir con palabras mas lindas que ESTA MINA ESTA LOCA!!!!! jajajajaja

ENCUESTAS PRESINDENSIABLES YA!!!!