Carta a Gerónimo Vargas Aignasse

A Gerónimo Vargas Aignasse

Mis respetos a usted, si amigo, mis respetos a usted por todo lo que esperó este momento de justicia. Años de dolor, contención incalculable por las categorías de las pasiones. Hoy lo vi conmovido a la lectura de la sentencia al asesino de su padre. Lo vi a lado de su bella señora, que le agarraba la mano cuando el asesino intentaba despedir alguna que otra lágrima, mientras trataba de explicar lo aquello que sí tiene nombre. Genocidio. Mis respetos a usted por tanta injuria, mis respetos. La última vez que tuve la suerte de viajar por Tucumán, pase por las sendas de Tafi del Valle, y me acordé de la Luna tucumana de Atahualpa Yupanqui.

“Yo no le canto a la luna
Porque alumbra nada más
Le canto porque ella sabe
De mi largo caminar.”

Caminar por esos senderos y contemplar la Luna es muy parecido a la búsqueda de justicia. En la noche de Tafi, no importa lo tarde o lo temprano, no se puede aflojar en la marcha, no se puede frenar, y tampoco conviene correr. Uno esta sólo con la Luna. Atahualpa tardaba treinta horas a mula desde “Acheral” hasta “Tafi del valle”. A vos (perdóname que te tutee) te tocó esperar – con esperanza o con pena- más de treinta años. Fue mucho, pero llegaste, llegamos. Don “Ata” le escribió la zamba más bonita a la Luna, que se conozca por los pagos del norte, la cantó por toda la Argentina. La escribió porque sólo la Luna fue –y será- testigo de la pena del que espera. Yo te escribo estas humildes palabras porque pienso que te tocó ser como la “luna tucumana”, vos y todos los compañeros que reclamaron y reclaman, esperaron y esperan, pacientemente la justicia que por fin llega, o que aún no. La Luna alumbra en la noche, Atahualpa andaba y cantaba, y vos amigo te tocó pedir justicia, para vos y a la vez para toda la Argentina; eso también es una forma de alumbrar. Si este año fue muy injusto por algunas inmoralidades sucedidas. –si, lo digo por esos usureros que te fueron a escarchar a tu casa, si había hasta un puma mezclado entre tanta infamia.- Me acuerdo que te vi tratando de hablar con esos inadaptados. Si, también recuerdo que los supuestos autoconvocados habían sabido ser socios de la Sociedad Rural de Tucumán. Todavía me acuerdo, yo no puedo olvidar tanta infamia. Mis respetos, a vos Gerónimo, tu familla. Saludos, su amigo Goliardo.

Goliardo en camino hacia "Tafi del Valle"