domingo, 26 de octubre de 2008

De Lugones a Bioy



Si el relato mítico de la crisis “patrones rurales, gobierno” tuvo su expresión mediática en la caracterización de la ética campera, la paz, la felicidad del campo, con sus ovejitas de buena lana, su bosta de vaca distribuida por los suelos de la Pampa, frente a un gobierno dictatorial, corrupto, ladrón y burocrático; cuando uno sabe bien que siempre se caracterizó al Estado como ladrón, o a la inversión pública como gasto, mientras que de el lado del mercado, el relato mítico expresó su visión política de la crisis con la gauchocracia, como pequeños y medianos “farmers” tipo familia Ingalls, indignados porque un Leviatam venia a sacarle la plata que habían ganado con el sudor de su frente. Si el relato mediático giró en torno a esa caracterización, es preciso analizar cual va a ser la nueva estrategia discursiva de los grandes grupos del odio, por ejemplo Clarín y la Nazión.

Por ejemplo, TVR se acomodó al toque cuando se percató que su audiencia retrocedía, y si no se acoplaba al discurso “Magneto-Bonelli”, poco tiempo de vida al aire le quedaba. Sicarios hay, lo que no hay, pibes ligados al narcotráfico para comprar, por eso se utiliza a estos fierros mediáticos.
El otro día cuando Cristina anunciaba “el rescate de nuestros padres”, en Telenoche hubo una mesa de “especialistas” en temas políticos. Estaba Bonelli especialista en lobby, Santo especialista en tragedia griega, y Mirta Tundis, especialista en temas previsionales. Bonelli con ese tono de voz, que tanta veces me hizo putearlo a las siete de la mañana, daba a entender que el gobierno “quería hacer caja”, mientras que Santo ponía cara de cacerolero de “Cabildo y juramento”; pero por otro lado, estaba Mirta Tundis explicando y asintiendo con la cabeza cuando se hablaba de algún beneficio a los ahorros de los Jubilados. Marcelo Bonelli –que es un especialista en levantar la voz para tapar la verdad-, quería hacerla decir a Mirta cosas que el proyecto de ley no decía. Firme se mantuvo Mirta, cosa que TVR no supo o no quiso.

Esto comienza así, y si en el anterior conflicto, los pequeños “farmers” lucharon contra un Estado ladrón, en esta posibilidad, los viejos van a hacer utilizados en la puesta en escena de esta nueva farsa, quizá ya no sea la “guerra gaucha”, sino la “guerra del cerdo”. Pasamos de Leopoldo Lugones a Adolfo Bioy Casares.


1 comentario:

NO a las Afjp dijo...

Nuevo comentario: http://no-a-las-afjp.blogspot.com
despues borra este mensaje compañero!
Saludos