jueves, 10 de junio de 2010

Confesionario



El consenso de los consensistas. Ahí lo tenes, ése es el producto del consenso tan venerado. Con votos de radicalismo, socialismo y pejotismo derechoso, el consenso logrado, ha convertido al Congreso de la Nación Argentina en un confesionario medieval.

“Reuniones públicas pero con entrada calificada y condiciones para la admisión que nadie reconoce pero todos ven; reuniones con jerarcas religiosos infiltradas en agendas parlamentarias mientras se niegan otras equivalentes a sectores de la sociedad civil; senadores a cuyos despachos la información llega recortada; información pública brindada con sonrisas pero de manera confusa. Algo huele mal, o al menos raro, en el trámite parlamentario sobre ampliación del matrimonio civil en las últimas semanas. Lo descripto ocurre, a ojos vista, tal como pudo comprobar este diario, en el propio Congreso. Si eso sucede en la sede del Senado nacional, podría sospecharse que esta mañana, cuando comiencen las audiencias públicas en las provincias, posiblemente se afiancen y vuelvan más claramente visibles los efectos de un lobby oculto: el que sectores confesionales minoritarios y con llegada al poder ejercen para obstaculizar el avance del proyecto aprobado el mes pasado en Diputados.”

¿El socialismo se va hacer cargo de esto?

2 comentarios:

Emilio dijo...

Lobby, lobby y más lobby de los mismos de simpre.

Gonzalo Agustin Sueiro dijo...

no existe el socialismo en la argentina, es una entelequia