Yo nunca tuve tropilla;
siempre montao en ajeno.
Tuve un zaino que de bueno,
ni pisaba la gramilla.
Paso una vida sencilla
como es la del pobre pión;
madrugón tras madrugón
con lluvia, escarcha o pampero…
a veces me duelen fiero
los hígados y el riñón.
Soy pión de la estancia vieja,
partido de Magdalena;
y aunque no valga la pena
anote.. que no son quejas.
Una tranquera con rejas,
un jardín grande, un chalet;
lo recibirá un “valet”
que anda siempre disfrazao,
mas, no se asuste cuañao,
y por mi pregúntele.
Ni se le ocurra explicar
que viene pa´ visitarme;
diga que viene a cobrarme
y lo han de dejar pasar.
El hombre le va indicar
que siga los ucalitos,
al final esta el ranchito
que han levantao estas manos,
esa es mi casa, paisanos.
ahí puede pegar el grito.
Allá le voy a mostrar
mi mancarrón, mis dos perros,
una espuelas de fierro
y un monton de cosas más.
Si es entendido verá
un poncho de fina trama,
y el retrato de mi mama
que es ande rezo pensando,
mientras lo voy adornando
con florcitas de retama…
¿Qué puede ofertar un pión
que no sean sus pobrezas…?
a veces me entra tristeza
y otras veces rebelión..
En más de una ocasión
yo quise hacerme perdiz,
pa´ probar de ser feliz
en algún pago lejano,
pero la verdad paisano,
¡me gusta el aire de aquí…!
Letra Atahualpa Yupanqui
Música de: José Razzano
siempre montao en ajeno.
Tuve un zaino que de bueno,
ni pisaba la gramilla.
Paso una vida sencilla
como es la del pobre pión;
madrugón tras madrugón
con lluvia, escarcha o pampero…
a veces me duelen fiero
los hígados y el riñón.
Soy pión de la estancia vieja,
partido de Magdalena;
y aunque no valga la pena
anote.. que no son quejas.
Una tranquera con rejas,
un jardín grande, un chalet;
lo recibirá un “valet”
que anda siempre disfrazao,
mas, no se asuste cuañao,
y por mi pregúntele.
Ni se le ocurra explicar
que viene pa´ visitarme;
diga que viene a cobrarme
y lo han de dejar pasar.
El hombre le va indicar
que siga los ucalitos,
al final esta el ranchito
que han levantao estas manos,
esa es mi casa, paisanos.
ahí puede pegar el grito.
Allá le voy a mostrar
mi mancarrón, mis dos perros,
una espuelas de fierro
y un monton de cosas más.
Si es entendido verá
un poncho de fina trama,
y el retrato de mi mama
que es ande rezo pensando,
mientras lo voy adornando
con florcitas de retama…
¿Qué puede ofertar un pión
que no sean sus pobrezas…?
a veces me entra tristeza
y otras veces rebelión..
En más de una ocasión
yo quise hacerme perdiz,
pa´ probar de ser feliz
en algún pago lejano,
pero la verdad paisano,
¡me gusta el aire de aquí…!
Letra Atahualpa Yupanqui
Música de: José Razzano
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