miércoles, 4 de marzo de 2009

Compadres, guarangos y tilingos


¿Cuales son las diferencias entre Buzzi y De Angelis por el cual se llevan tan mal? Me imagino que Alfredo advierte en si mismo, menos capacidad de síntesis argumentativa, pero a la vez algo que le falta a Eduardo: mayor capacidad en levantar los sentidos de la tilinguería campestre y ciudadana. Alfredo lo tiene claro esto, por eso –imagino- siempre intenta ir al choque cuando se trata de ir en contra (o a favor) de tal o cuál sector. Una pregunta que me hago:

¿Por qué De Angelis captó la mayoría de las clases medias y altas?

Alfredo tiene en su personalidad todo lo que la clase media y media alta desprecia. Es un nuevo rico, bruto, guarango, fanfarrón y medio chanta. Recordé lo de Guarango de Martínez Estrada cuando lo vi sacarse el diente para demostrar pobreza. El guarango no tiene escrúpulos, y la guarangada es una venganza disfrazada de in imputabilidad moral. Pero también se lo ve de compadreada en compadreada. De Angelis es la cuerda tendida entre el compadre y el guarango. Tiene del compadre la acción inmediata, el cuchillo que es parte del cuero, junto al poncho, revisten su bravura de gringo bagual; mientras que obtiene del guarango la fanfarroneada del tipo que piropea impunemente después de ganar una pelea. Es una mezcla entre Juan Moreira y el viejo Vizcacha. Y ahí esta la cuestión. Siempre se diferenció en la argentina esta estructura gorilo-positivista en donde un arquetipo nacional evolucionaba según el grado de civilización. Guapo, compadre, guarango y así hasta llegar el civilizado. De Angelis pertenece a ese mundo despreciado por las clases tilingas y finolis. Pero, en dicho conflicto de patrones contra el gobierno, viejo estilos e identidades reflotaron como excrescencia en la cloaca. Las clases altas nunca perdonaron el surgimiento del peronismo. Desde ese momento, sectores marginales se opusieron las clases tilingas. Pero, en la actualidad, la historia se repite pero con fatalidad argentina. Si por años las patas en la fuente fueron la construcción máxima del peronismo por parte de clases indignadas, tal guarangada hoy se expresa en contra de aquello de lo que siempre se indignaron. El tilinguismo ve en De Angelis las patas en la fuente, pero ahora en contra un gobierno peronista.


Mientras tanto Buzzi deambula entre el gringo amigazo que convida mates y recibe agasajos, con otro más progresista pero con raíces tilingas. Buzzi es un gaucho atilinguizado. Un gaucho que supo atender los cambios estéticos, a medida que subía el precio de la soja internacional. Pero Buzzi es un hombre progresista, un humanista del siglo XXI, tiene mayor formación intelectual que el compadre-guarango, mayores recursos en confrontación dialéctica con un oponente. Por eso Buzzi puede inclinarse al diálogo, pues tiene mayores herramientas mayéuticas.

Veremos como sigue esta milonga compadre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito análisis.
Es un placer leerlo.

Anónimo dijo...

No coincido. Creo que las clases medias se dientifican más con De Angeli que con Buzzi.