lunes, 1 de noviembre de 2010

Los fanáticos II



Porque estoy segura que solamente dándola me ganaré el derecho de vivir con ellos por toda la eternidad. Así, fanáticas quiero que sean las mujeres de mi pueblo. Así, fanáticos quiero que sean los trabajadores y los descamisados. El fanatismo es la única fuerza que Dios le dejó al corazón para ganar sus batallas. Es la gran fuerza de los pueblos: la única que no poseen sus enemigos, porque ellos han suprimido del mundo todo lo que suene a corazón. Por eso los venceremos. Eva Perón, Mi mensaje

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Si..., hubiese la minima posibilidad, de que 'estudiases' psicologia,entenderias que fanatico, es sinonimo de sin alma ! Lo que es igual, a decir que una persona fanatica, no tiene el pleno uso de la razon ! Y siempre, no tiene razon en sus actos y argumentos ! Claro ! Por eso, demagogos, populistas y caudillos, arrebañan a los defectuosos en el uso de la propia razon, porque son faciles de manipular y dominar ! Si tuviesen la tal razon, sabrian que fanaticos, NUNCA llegaron a algun nivel de relevancia ! Ni siquiera en los juegos de masas ! Cuanto menos, en actos de politica ! Lamento ! Ponete a estudiar, que ganarás mucho mas ! A no ser que..., seas aspirante a demagogo-populista-caudillo y queres aprender a dominar a los demas ! Suerte ! Aunque será muy cortita !

Moebius dijo...

Anónimo profesor de psicología, si bien estoy de acuerdo en el término erróneo de la palabra "fanatismo", y de los lamentables efectos que ese estado de conciencia ha producido y produce en todo ámbito y lugar, me parece obvio que en este caso fue utilizado para acentuar la expresión "obstinado", "porfiado", "tenaz", "instransigente", "obsesionado", "perseverante" ya que la palabra "tozudo" no queda demasiado bien, o el término "caprichoso" ya lo tiene cariñosamente el Pingüino.
Vamos profesor, no sea usted tan fanático... aunque a mí tampoco me gusta el término, no hace al meollo de la cuestión.

Almita dijo...

El hombre y sus circunstancias, en este caso, la mujer.
Una mujer, años '40. Esa era la palabra. Fanáticos.
Hoy sería "apasionados", que con el correr del tiempo, dejó de tener el peso erótico (en el sentido de sexo) que tenía por entonces.
Anónimo, estudiá y analizá a las personas en su contexto, sino, entenderás muy mal la historia en general, y ni hablar, la práxis psicoanalítica.

Goliardo: gracias por compartirlo, yo no lo conocía. Muchísimas gracias.
Abrazo.

mujerdeole dijo...

Goliardo, fanática de Cristina o Cristinista para siempre, así me siento y desde que la vi ayer por cadena nacional más aún.
Perdón al anónimo, pero no me van a venir a enseñar justamente los psicólogos cómo debo sentirme. Yo tuve experiencias pésimas con profesionales de la psicología así que puedo inferir que tal vez no les vendría mal a algunos practicar un poco, de a rato aunque más no sea, cierto fanatismo.

Un abrazo compañero

Goliardo dijo...

No hay nada peor que un análisis psicologista de la política. Así se han escrito las peores biografías de la historia. De Eva Perón se dijeron cualquier sarta de boludeces. Hasta hay biografía donde se explica el nazismo a través de la falta de testículos de Hitler. “Partisano” esa es la categoría política que puede explicar el compromiso político de la juventud. Dejar de lado a los esos textos de Freíd y agarrar los de Carl Schmitt o Gramsci.

Daniela Godoy dijo...

Todo reduccionismo es tonto; no comprende la complejidad de lo que analiza.
Lo de Grondona, por ejemplo, es patético. Además, parte de premisas falsas, como esa República de Weimar que si algo no era, justamente, era "perfecta".
Pero sin darle más espacio al facho gagá por excelencia, me acordaba de mi primer textito para el blog, acerca de Evita. Hablaba de esa utilización interesada de la cuestionable dicotomía entre la pasión y la razón.
Falsa y tramposa dicotomía. En nombre de la "razón" se han cometido toda clase de crímenes aberrantes propias de la locura desatada.
Trampa de ligar lo afectivo a lo irracional, a lo que se equivoca inexorablemente.
Así que, disculpen que me haga propaganda, en "Eva, la pasión y la razón", traté de desmontar esa falsa oposición que tan bien les viene a los/as miopes de la política, a la reacción. Que, por otra parte, disfrazan en su tono neutro un odio visceral, el mismo que atribuyen a los/as "pasionales".
Buenísimo el post, un abrazo militante.

Darío dijo...

siguen demostrando pelotudez, anon.
nosotros comprendemos comprendemos.
vos? no contestes, ya lo hiciste.
pelotudez al palo.