miércoles, 10 de noviembre de 2010

Parejas políticas

Cristina no es más buena ni más mala que Evita: es una mujer histórica distinta, aunque algo las una y otro algo las separe. Cristina es un animal político femenino en pie de igualdad con el animal político masculino de su marido Néstor, cosa que no pasaba con Perón y Evita. Ocupa un rango superior a Evita en la escala de Richter de la evolución femenina. Aquí las diferencias no se contraponen, sino que se complementan, como se complementan los cuerpos que al amarse se unen. De allí surge, desde muy abajo, otro modelo político –tiránico o acogedor, según sea la cifra– en los representantes del poder colectivo en el gobierno. Y por eso también desde allí surge ese odio nuevo, tan feroz y mucho más intenso, que se apoderó de gran parte de nuestras clases media y alta argentinas.

Por eso, tantas mujeres sumisas y ahítas de alta y media clase, tan finas y delicadas ellas, no nos ahorran sus miserias cuando se muestran al desnudo al dirigirle sus obscenas diatribas: no ven lo que muestran. Son mujeres esclavas del hombre que las ha adquirido –o ellas lo hicieron– y al que se han unido en turbias transacciones, donde el tanto por ciento y las glándulas se han fusionado en una extraña alquimia convertida en empuje que llaman “amoroso”. La envidian a Cristina desde lo más profundo de sus renunciamientos que el amor “conyugal” exige pero no consuela. Cristina las pone en evidencia a todas: se han quedado, sin jeans que las ciñan, con el culo al aire.


Pensar que el hijo de León Rozitchner escribió las peores barbaridades, cosa que el padre denuncia en este excelente artículo.

Yo siempre dije que Cristina es una heroina filosófica

3 comentarios:

Daniela Godoy dijo...

Gracias por el post, Goliardo, León Rozitchner es un animal del pensamiento!
Un texto extraordinario.
Abrazo

Goliardo dijo...

que dira el hijo de este hermoso texto?

mujerdeole dijo...

Qué bueno Goliardo!
Perdón por lo que digo, pero hay que hacerle un análisis de ADN a Alejandro, no me convenzo de que sea el hijo.

Un abrazo