El otro día te vi y estuve a punto de decirte algo, pero después noté tu mirada soberbia y preferí callar y seguir con lo mío. Noté tu petulancia y tu terquedad, cuando notaste lo que este empleaducho de cuarte leía. Era un caluroso mediodía cuando tomé el tren en Tres de febrero y me senté frente al filosofo-cacerola de frondosa barba. Noté tu intolerancia cuando observaste mi lectura apresurada y calurosa de “Romanticismo político” de Carl Schmitt. Te noté con ganas de tirarme con tu libro por la cabeza. Pero bueno, a mi segunda página y entre vendedores ambulantes, señores con ganas de desodorante, bajaste en Colegiales (-y dónde, si no-). Yo seguía hasta el conurbano bonaerense; si, ahí donde viven los negros.
Pero hoy me encuentro con lo más bajo de la condición humana. Lo último que un intelectual puede utilizar para golpear a su oponente. Después de leer las razones por la cuales, Posse, no podía ser ministro de Educación, noté lo bajo de tu condición. La razón número dos dice esto:
“2. Se le suicidó un hijo. No podés ser Ministro de Educación, es decir, ocuparte de los chicos, de los nuevos de la sociedad, si no lograste siquiera hacerle un lugar en el mundo a tu hijo.”
Qué bajo caíste filósofo. Si Posse te caga a trompadas, voy a estar de acuerdo con él. Sos una mierda, simplemente una mierda.
Pero hoy me encuentro con lo más bajo de la condición humana. Lo último que un intelectual puede utilizar para golpear a su oponente. Después de leer las razones por la cuales, Posse, no podía ser ministro de Educación, noté lo bajo de tu condición. La razón número dos dice esto:
“2. Se le suicidó un hijo. No podés ser Ministro de Educación, es decir, ocuparte de los chicos, de los nuevos de la sociedad, si no lograste siquiera hacerle un lugar en el mundo a tu hijo.”
Qué bajo caíste filósofo. Si Posse te caga a trompadas, voy a estar de acuerdo con él. Sos una mierda, simplemente una mierda.
5 comentarios:
Una basura este hombrecito
Lo más miserable, la razón de ser de las razones 1 a 9, la razón Nº 10: "No expresa el verdadero espíritu del PRO y del Gobierno de la Ciudad: una mirada joven, nueva, una visión de la política orientada al logro, al servicio, al entendimiento con otros sectores".
Ese tipo es un sorete. ¿Por qué no le revoleaste vos con tu libro en el tren? Ya sé por qué: el libro no se merece ni ahí tocar esa cabeza llena de mierda.
Así son los Pro. El devenir los va desnudando y sólo quedan sus calzones sucios.
Goliardo, siga aprendiendo, siga enseñando, los morochos necesitamos que uno de nosotros, que mucho de nosotros, piensen y nos ayuden a crecer. Un abrazo.
¿No estará este animal tirándole por elevación a su propio padre?
Pobre León, tener un hijo así es como si se le hubiese muerto.
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