Hace más de un año, explico a mis amigos y compañeros de militancia que fundamentalmente y en aspectos significativos, Cristina es hegeliana. El modelo de Estado, la concepción de la dinámica de lo social y los efectos de la económica son un manojo de cartas que el pensamiento hegeliano dejó sueltos por principios del siglo XIX para que luego, JOVENES alemanes se conformaran en el hegelianismo de izquierda de la generación anterior al 48. Entre los nombres des estos jóvenes se destacan Bruno Bauer, y Karl Marx. La filosofía de Hegel levantaba su vuelo en la noche.
Pero hay cuestiones estructurales del pensamiento político de Hegel que son fundamentales para entender la Familia, la Sociedad y el Estado. Hegel fue sistemático en su explicación (en términos dialécticos, que se entienda bien esto).
Hegel fue el exponente de una forma de vida que estaba envejeciendo. Hegel es el gran y último filósofo de la modernidad que pensó la subjetividad como realización plena del hombre. Pero también, Hegel es el filósofo que ve las consecuencias de esa nueva forma de vida: la desigualdad y el conflicto del nuevo sistema de necesidades (la economía de mercado). Hegel es hijo y padre de una época. Hegel es hijo de Descartes, Spinoza y Kant; y padre de Marx, Engels y Nietzshe.
El pensamiento político de Hegel tiene múltiples variables. Así lo deja plasmado en su obra política más importante, La filosofía del derecho de 1820. Para nuestra actualidad, solo nos interesa mencionar solo algunas cuestiones en el plano del derecho y la ley escrita.
Hegel es autor de la celebre frase: Cada pueblo tiene el gobierno que se merece. En realidad, la frase es un poco distinta pero se acomoda fácilmente a la vulgata intelectual:
“La pretensión de dar a un pueblo una constitución a priori, sea más o menos racional por su contenido, pasa por alto el momento por el cual ella es más que un objeto de pensamiento. Cada pueblo tiene por lo tanto la constitución que le conviene y le corresponde.” (Hegel, §274)
Aquí Hegel refleja lo sustancial de su pensamiento político sobre el Derecho, el Gobierno (forma de organización política) y las relaciones sociales en un estado de derecho. Decimos que Hegel es hijo de su tiempo y esto se puede decir de cualquier pensador político. Hegel piensa el estado, la política, el derecho bajo la égida del Código civil napoleónico. La libertad para que deje de ser solo formal, abstracta debe institucionalizarse en el plano del derecho. Lo racional es real. Pero esta ley para que sea real, la norma debe estar de acuerdo con la idiosincrasia de un pueblo. Vemos como Hegel ve en la libertad abstracta una libertad todavía no realizada.
Cristina codifica la actualización del derecho, del código civil en los mismos términos que los pensaba Hegel:
Con eso sólo estaríamos significando claramente la necesidad de adecuar a los tiempos, que corren en las relaciones humanas, y en las relaciones comerciales ese viejo instrumento, que supo ser muy moderno y que fue el acto de codificación más importante que se dio en el siglo XIX.
El código civil debe acompañar las formas de vida de su ciudadanía. Si no es así, lo que una vez fue concreto, realizado, moderno, queda viejo para las nuevas relaciones sociales de una sociedad.
Yo estoy convencida de que, como decía recién el doctor Lorenzetti, tenemos una responsabilidad que es generacional. Estamos en el Museo del Bicentenario y yo siempre digo que nosotros somos la Generación del Bicentenario, los que tenemos la obligación de superar todas las diferencias, que no significa pensar igual; superar las diferencias que nos impidan avanzar, porque cuando las diferencias impiden avanzar, dejan de ser diferencias para convertirse en obstáculos y en empecinamiento de un lado o del otro.
Somos hijos de nuestro tiempo. Debemos superar (como generación del Bicentenario) las diferencias, pero conteniéndonos en una totalidad organiza de un nuevo tipo de idiosincrasia.
Hegel es siempre el filósofo del presente, cualquiera sea este presente en la historia. Nuestro presente de debate entre hijos de una época y padres de una nueva generación. Es así que Cristina puede constituirse en hija y madre de una época. Una forma de vida que envejece y una forma de vida que nace.
Veremos si el búho de minerva alza su vuelo esta noche, o la noche de mañana. Significará sustancialmente que una forma de vida ha envejecido.
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