sábado, 24 de diciembre de 2011
Cuentos de Navidad
Compré la Revista Noticias. Me impactó la portada de su tapa. En ella se ve a una Cristina pura, blanca, virgen, maquillad como Elizabeth (para nosotros, Isabel I, gran Reina de Inglaterra) pero con labios rojizos de notable coloración. No entiendo de colores, de sus matices y sus tonalidades, pero impactan los labios altitonantes entre revistas del corazón, chismería barata y revistas de automotor. Cabe decir que me ensarté. Esperaba más de Sarlo. Imaginé que la navidad podía influir en una nueva estrategia discursiva, en una nueva mirada de la realidad. Esperaba más, pero Sarlo no puede salir de su mirada odiosa. Sarlo está enferma, como Martínez Estrada, enferma de antiperonismo.
El articulo en cuestión se llama “La oratoria del yo”. No es trasferencia (¡che, no es ironía, es científico este análisis!), Sarlo no habla de sí. No sean mal pensados. La oratoria del yo parte del análisis del discurso político de Cristina. Pero el lugar común del antiperonismo consiste en “recordar” La Razón de mi vida de Eva Perón. No hay intelectual antiperonista que no cite el clásico del Peronismo. Allí encuentran el principio de todos los fracasos. El peronismo logró construir un relato por sobre la verdad histórica. En ese relato hay buenos y malos, amigos y enemigos, peronistas y antiperonistas. La dualidad schmittiana es una construcción de un gobierno manipulador que oculta los valores mínimos de la occidentalizad: el dialogo, el consenso. Siempre hay algo que oculta lo verdadero. (Hace poquito, con la creación del Instituto Manuel Borrego, el discurso de gacetilla era el mismo. Destruir la academia histórica y científica con relatos falsos y propagandísticos. -¡La ciencia no se discute!- ahí está el fascismo de los liberales.) Según Sarlo, estas oposiciones organizan el marco discursivo para determinar a la sociedad entre buenos y malos. Develada la primera verdad, Sarlo pasa analizar el discurso de Cristina.
Según Sarlo, el discurso de Cristina tiene la eficacia de nombrar, crear la realidad. Cristina es un yo que dice, hace la realidad. Dice Sarlo –“Yo digo” equivale a “Yo hago”. Sarlo denomina a esta capacidad discursiva YO MONUMENTAL. Según Sarlo, este YO se autoriza a si mismo. Entre el discurso y la realidad existe un círculo, un devenir. Es por eso que el YO al nombrar las cosas, realiza la realidad. Sarlo afirma que este es el motivo por el cual el gobierno no quiere otras voces. Si el discurso crea la realidad, el discurso único crea la única realidad, y por ende, la única verdad.
El artículo de Sarlo entra en un interesante análisis. “El Yo cristinista es una criatura nacida del parto de una virgen” dice Sarlo sin ponerse colorada. Compara a Cristina con los grandes oradores de nuestro tiempo, Chavez y Obama. Pero lo importante es el tipo de organización que Sarlo introduce para llegar a su propia majestad.
Existen tres tipos de discursos de Cristina:
1- discursos socioeconómicos,
2- inauguraciones y proyectos de obras,
3- discursos culturales.
En los primeros dos Cristina se destaca por su exposición. Los numeros, los losgros de su gestión en el plano industrial son notables. En ese mundo Cristina es buena oradora, porque “tienen un publico menos calificado, obreros de un parque industrial, alumnos de una escuela técnica, vecinos del Gran Buenos Aires, o todos juntos en tele conferencia” (23 de diciembre del 2011/ NOTICIAS, pag 28).
En cambio, SARLO llega a donde sólo puede llegar. Al discurso ciruela de la académica televidente de la BBC. Según Sarlo, Cristina tiene poca performance en el discurso histórico cultural. Según Sarlo, Cristina (-cita un solo discurso, ahí está el análisis parcial y tendencioso de Sarlo-) solo nombra a Zully Moreno (¡Divina!) y a Amadori. Según Sarlo, Cristina no nombra a Pino Solanas ni a Leonardo Favio. Esto tiene que ver con el concepto de “cultura” que maneja Sarlo. No discutiremos sus gustos estéticos.
La conclusión a la que llega Sarlo es que “todo esto sería completamente secundario si no fuera por dos razones. La primera es que no hay que exagerar las virtudes”. Creo que Sarlo critica lo que ella misma hace. “La segunda es que la gran oratoria de Cristina se desarrolla en un formidable aparato de propaganda, que comienza con la misma Presidenta”.
Esperaba más del análisis del discurso. Pensaba en que Sarlo re-de-construiría el relato oficial y su nuevo tipo de gracia-legitimidad. Quizá, la relación Cristina/madre/viuda. Imaginaba un discurso centrado en el tipo de Matriarcado. Esperaba un Robert Fimer criollo y femenino. No fue así. Sarlo escribió un Cuento de Navidad, no tan bueno como los escritos por Charles Dickens. ¡ah, Dickens era ingles!
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7 comentarios:
No esperés nada de esta gente, están pasados de mediocres.
Por ahí no creés en la navidad, yo tampoco creo, pero igual; que la pases muy bien, amigo. Felicidades.
Recuerdo que hace como cuarenta años o mas, no lo tengo bien presente fui a una charla de Jauretche, si de Don Arturo,el se despacho contra otra Beatriz, Beatriz Guido la autora de El Incendio y las Visperas, buena escritora a mi juicio sobre todo por su Casa del Angel ,muy antiperonista ella, y Jauretche, mayor que la Guido ,dijo ESTA NENA, ESTA CHICA,TAN TILINGA POBRE...
Jjejej, La Sarlo padece de lo mismo
TILINGUERIA TARDIA
¿el pino solanas de ...sin sentirse cucaracha ni bajarse la bombacha...? resultó anticipatoria la película "El exilio de Gardel"....
Gracias compañeros, feliz navidad.
"tienen un público menos calificado" dice Betty. ¿Será el "voto de baja calidad" de Pino?
Si, ese es el "irredentismo" pequebú.
Feliz Navidad !
Udi, es textual.
saludos
Sarlo también le debe a Cristina y la gestión K ser best seller. Nunca fue tan famosa, y no tendría con qué serlo, simplemente el odio y la mediocridad anti K la pusieron en el lugar donde hoy está.
Felicidades compañero.
Y vamos por más!
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