domingo, 26 de julio de 2009

Tres sonetos para tres mujeres


Paulina Pompeya

Jovencita mujer de vida estoica
tu destino no quiso la pradera
y permitir tu muerte, Pompeya
para seguir a tu amor en la gloria.

El poder no quiso tu historia
y Nerón salvó tu vida en pena
y recogió la sangre en tus venas
para salvar la vida en lisonja.

¡Muere la muerte con tu maestro!
Muere la muerte que es la vida
vivir la muerte es la filosofía

Que te enseñara aquel docto blasfemo
¡cortaos las venas, junto al maestro,
morir la muerte, muerta Paulina!

Eloísa

No te entendió la historia, Eloísa
cuando amaste el destino sin mar,
y refugiaros en un mundo de oscuridad
ocultaste tu vida en una abadía.

Tus cartas de amante sin alegría
son gritos en la oscura moralidad;
y el rechazo para la posteridad
al matrimonio por la filosofía.

Joven y tierna, mi gran Eloísa
cautivante y mujer intelectual.
Y con diecisiete años de edad

supiste amar la sabiduría.
Ay mujer, mi bella Eloísa.
en un siglo de oscura moral.


Evita

Una mujer hermosa te recuerda
y te recuerda la puta oligarquía
te recuerdan los obreros de los barcos
como los peones, con alegría.

Te recuerdan aquellos que huelen a bosta
de vacunos sueldos de plusvalía.
Te recuerda un pueblo enamorado
que lucha con furia y sin cobardía.

Te recuerdan las reinas de las vendimias
y los canillitas de calle Corrientes
mas, los peludos gorilas de siempre,

que sufren de tirria a la patria mía.
Te recuerda mi gran Argentina
cuando la infamia se hace presente.

Goliardo
.
(Mensaje a mi amiga Marta: compré el libro de Schopenhauer, y es un poco misógino, típico de la época. Se puede decir tranquilamente: ¡Escupamos sobre Schopenhauer!)

No hay comentarios: