El kirchnerismo ataca como partido político y se defiende con la libertad de expresión
Así es. La dialéctica amigo enemigo que Clarín utiliza contra el gobierno, ubicó al “otro” como PORTADOR de derechos inalienables de libertad de prensa y de expresión. Esta postura en la cual el gobierno, o el kirchnerismo (¡nosotros, eh!) goza, es gracias a la torpeza de Clarín que le regalo el discurso universal de derechos civiles. El gran error de Clarín, fue regalarle al kirchnerismo el mejor argumento para defender la aplicación de la Ley de Medios. ¿Un mal calculo? Tratemos de descifrar cual fue la estrategia de Clarín en esta ultima paparruchada de intentar silenciar las voces criticas de Clarín.
Los últimos meses, el Gobierno y Clarín ostentaron distintas tácticas frente a la ciudadanía para la implementación (o no) de la Ley de Medios. Veamos que estrategias cada parte llevó a cavo para ganar consenso dentro de la ciudadania.
La gran jugada del gobierno fue la propuesta de poner a un hombre intachable frente al AFSCA. Martín Sabbatella, un hombre de conducta intachable con gran experiencia en gestión e incansable luchador contra la corrupción en el municipio de Morón. Pero Sabbatella, no solo tiene antecedentes de gestión en el plano ético de la política. Sabbatella demostró ser fiel a sus convicciones. En los peores momentos del gobierno de Cristina, Sabbatella se mantuvo firme junto al gobierno. Manteniendo la independencia partidaria, Sabbatella defendió la resolución 125.
Otra estrategia del gobierno fue generar un marco legal, superestructural para mantener la vigencia efectiva de la ley de medios. La estrategia del gobierno es acompañar lo logrado desde la pura racionalidad política. La ley en si misma es buena, pero como nos enseñara el viejo Calicles, la ley es la ley del mas fuerte. Y hasta ahora, el más fuerte fue Clarín.
De otro lado, Clarín demostró poder de movilización (8N), y articulación política de la oposición (20N). Clarín logró juntar el sindicalismo opositor y mantener un clima de agitación callejera. Si bien, el clima generado solo corresponde a Capital federal y algunos centros urbanos del país, la base opositora del gobierno tenia su plato diario de malas noticias.
Pero el poder de Clarín consistía en su soberanía de excepción casi divina. Clarín, por muchos años dispuso de la ley como dispone un verdadero soberano schmittiano. La decisión de Clarín disponía y arrojaba por la ventana legitimidades legales y populares de mandatarios, legisladores, jueces y fiscales de la nación. El poder de Clarín era como el panóptico de Foucault. Estaba presente con la mirada pero sin ser visto. Ese fue el verdadero poder de Clarin en los últimos años, manejar las conciencias de sus dominados. Y esto, parece en estos días que quedó neutralizado.
¿ERROR DE CALCULO? Puede ser. Siempre el calculo tiene que ver con el poder propio. Nunca se calcula en abstracto, siempre en concreto. Decia Maquiavelo que un Principe debe actuar como un arquero:
En esta parte les conviene seguir el ejemplo de los ballesteros advertidos, que, viendo su blanco muy distante para la fuerza de su arco, apuntan mucho más arriba que el objeto que tienen en mira, no para que su vigor y sus flechas alcancen a un punto dado en tal altura, sino a fin de, asestando así, llegar en línea parabólica a su verdadera meta. (El Príncipe, Cap, VI)
El clima político de estos días, un falso análisis de coyuntura, llevó a Clarín a jugar una carta política audaz. La lectura de Clarín sobre la coyuntura lo llevo a arriesgar de más. No apunto más alto del blanco, pensando que el camino era claro y sin tropiezos. Se cegó con el 7N. Clarín, ostentó el poder y quedó en evidencia. Y esta dialéctica lo llevó a mostrar la estrategia del grupo, ser la única voz de la Argentina. El monopolio de la palabra, cosa que Clarín siempre tuvo, llevó a pensar al grupo que las voces callarían frente a semejante atropello por parte del grupo Clarín contra la libertad de expresión. El error de Clarín fue pensar que las condiciones objetivas de la realidad, daban para semejante maniobra política. Terminó perdiendo su mejor jugado, La Libertad de Expresión. Es por eso que Clarín terminó ejerciendo en los hechos aquello que tanto denuncia del Gobierno. Es difícil salir de la trampa discursiva del derechos de libertad de expresión. Ya lo decía Jaroslasky, y ahora lo podemos decir nosotros.
“el kirchnerismo ataca como partido político y se defiende con la libertad de expresión ( gracias a Clarín)”.
Saludos