Por muchísimos años Maquiavelo fue interpretado como un pensador cínico que decía una cosa acá y después decía otra cosa allá. La doblez de Maquiavelo. Son puras sanatas. Son reduccionismos mal intencionados que no explican el pensamiento político del florentino.
Esta fama se debe al carácter teórico del Príncipe y el pensamiento político de los Discursos. Dos obras fundamentales del pensamiento político moderno. El primero, se lee como manual práctico (¿marketing?) para obtener consenso entre los ciudadanos; y el segundo, como un tratado sobre la mejor forma de gobierno, canonizado en la Republica Romana.
Para entender el contenido de ambas obras, diseñé este cuadro con las distintas formas de principados y republicas:
Si uno presta atención sobre el Principado Civil, Maquiavelo sostiene que aquellos Príncipes que consiguen apoyo en su Pueblo consiguen defender su principado con éxito.
“El que consigue la soberanía con el auxilio de los grandes se mantiene en ella con más dificultad que el que la consigue con el del pueblo, porque, desde que es príncipe, se ve cercado de muchas personas que se tienen por iguales a él, no puede mandarlas y manejarlas a su discreción. Pero el que consigue la soberanía con el auxilio del pueblo se halla solo en su exaltación y, entre cuantos le rodean no encuentra ninguno, o encuentra poquísimos que no estén prontos a obedecerle.” (Príncipe, cap IX)
Los grandes (el cuadro diseñado dice “Aristocracia”, así entiendo los iguales a los que se refiere Maquiavelo) tienen ansias de opresión, en cambio el Pueblo tiene ansias de no ser oprimido. Aquellos pueblos que estima, que temen y aman a su príncipe, pelean por él. Maquiavelo propicia la milicia propia por encima de los mercenarios. El ejemplo que dá Maquiavelo es el próximo a su contexto. La Fortaleza de Katerina Sforza no sirvió para defender el ducado de Milan. El pueblo fue aliado del ejército extranjero. Maquiavelo dirá:
“El príncipe que tema más a sus pueblos que a los extranjeros debe construirse fortalezas. Pero el que tema más a los extranjeros que a sus pueblos, debe pasarse sin la defensa de esos baluartes. El castillo que Francisco Sforcia edificó en Milán, atrajo y atraerá a sus descendientes más guerras que cualquier otro desorden posible en aquel Estado. La mejor fortaleza con que puede contar un príncipe es no ser aborrecido de sus pueblos. Si le aborrecen, no le servirán de nada las fortalezas como medio de salvación, porque se levantarán en armas contra él y no les faltarán extranjeros que acudan en su auxilio.”
Los Discursos
Esta obra escrita conjuntamente con el Príncipe, desarrolla las formas de gobierno republicanas, los ejemplos de Esparta, Venecia y la Republica Romana. ¿Por qué esta forma de gobierno es la mejor? La republica contiene en sí las tres formas de Gobierno clásicas: Monarquía, Aristocracia, y Democracia. La Republica Romana contiene instituciones representativas de cada forma: Consulado, Senado y los Tribunos con la representación del Pueblo. ¿Por qué Maquiavelo considera a la Republica Romana como popular? Porque el poder real de Roma se concentra en el poder del Pueblo, a diferencia de Esparta que tiene como fundamento del poder al consejo de ancianos, es decir, a la aristocracia.
Apuntes maquiavélicos
“El Príncipe es el libro de los republicanos” decía Rousseau en algún capitulo del Contrato Social. La consecuencia es simple. Aquellos republicanos que quieran tener éxitos con sus estados deben leer el Príncipe. Con la convicción republicana sola no alcanza. Hay que tener herramientas de comunicación para lograr el consenso social para imponer una política de Estado.
Para ampliar el apoyo a través de la propaganda es necesario ampliar el margen de llegada. He notado que el spot de Cristina se queda con la militancia propia. Se apela a la juventud militante y a las estructuras de organizaciones partidarias que apoyan el modelo. Es bueno reafirmar lo que se tiene, pero para ganar con holgura es necesario ampliar el apoyo con otros sectores. De ahí es necesario utilizar El Príncipe como herramienta de estrategia comunicacional. No quedarse en la “fortaleza”, en el piso de lo sustancialmente inmodificable. Quizá sumar otros spot de campaña donde se interpele a otro sector de la sociedad. Aquella que es beneficiada con la estabilidad económica del país. La crisis internacional es un buen ejemplo de cómo encarar una estrategia de comunicación. Pues bien lo decía Maquiavelo:
“Hablando in genere, puede decirse que los hombres son ingratos, volubles, disimulados, huidores de peligros y ansiosos de ganancias. Mientras les hacemos bien y necesitan de nosotros, nos ofrecen sangre, caudal, vida e hijos, pero se rebelan cuando ya no les somos útiles.”
Hay que buscar el voto del ciudadano despolitizado. No sirve rezongar e insultar a Duran Barba una vez perdida la elección. Si un gran sector social despolitizado vota según el bienestar general de la economía, el Gobierna nacional está en condiciones de apelar a este tipo de votante. Tiene razón Maquiavelo cuando dice:
“los hombres olvidan más pronto la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.”
Seducir como la gioconda y maquinar como Maquiavelo. Cristina lo puede lograr.