lunes, 18 de enero de 2010

Disculpe Señor...



Disculpe señor

Lo molesto un segundo de su siesta de glamour, y de su fiebre de vida; es solo un segundo, no le voy a quitar más tiempo que lo que dura un corte de televisión. Después Ud decidirá seguir con su vida, rodeado de bellas mujeres y de grandes aventuras.

En este momento, mientras usted y yo disfrutamos, hay gente que muere de hambre. Unos a otros se asesinan por un pedazo de alimento o un vaso de agua. Se saquean los cuerpos putrefactos que yacen en las calles y en una especie de frasco de miseria, el olor nauseabundo apesta los sentidos y uno ya no sabe si el infierno es una fantasía incierta o una realidad que solo pertenece a una nación pobre del caribe. La gente se muere y no es noticia. Es más importante el noviazgo de fulano o el culo menos celulítico del verano que el montón de cadáveres que se amontan en ese gran cementerio llamado Haití. La pobreza ya no duele. La pobreza ya no indigna. La pobreza es aceptada.

Debido a la cantidad de cadáveres, las organizaciones humanitarias han decidido amontonar los cuerpos y calcinarlos al costado de las rutas. Ya no tratan de identificarlos, no hay tiempo. La hinchazón y la descomposición generaron dicha medida.

En las playas de Punta del Este, rubios viven rubias vidas y se tuestan al sol para amanecer en negras vidas. Es sólo una máscara del teatro griego, es una gran farsa. Nunca van a ser negros, nunca van a ser pobres. En Haití el 80 % de la población vivía con menos de 2 dólares al día. Digo “vivía” por seguro que esta estadística es optimista para el futuro que se atesora.

Discúlpeme, no lo culpo a Ud, solo quiero infórmale lo que sucede en este momento. Le dije que solo eran unos segundos, me gustaría contarle un poco más, pero creo que se está enojando conmigo. ¿Quizás, podríamos donar algunas cosas a la embajada de Haití? Ropa, agua, alimentos o cualquier cosa que necesiten.

Disculpe señor, esto va de mal en peor. Murieron más personas mientras le comento esto. No tengo la certeza informativa, es solo una presunción. Bueno, lo dejo tranquilo. Siga con su vida. Si se decide, llámeme, estoy a su disposición para ayudar a estos pobres negros, a estos Esclavos que todavía no se han enterado que Hegel está muerto y enterrado.



(Pequeño texto inspirado en la canción de Joan Manuel Serrat: “Disculpe señor”)






http://www.youtube.com/watch?v=w8BnbJNP_CI

4 comentarios:

Emi dijo...

Que linda canción.
Que estés bien.

Nando Bonatto dijo...

Retrato de Argentina de la hijopuboludez ,de la moda menemista al uso ricardo fort y la superhuevada,que quiere retornar sin que la molesten cosas como la pobreza ,Haiti y otras fealdades

grace dijo...

Haití está tan lejos, dijo la diva de los almuerzos, reflejando el pensamiento de lagente...

gem dijo...

no tienen idea lo que es sufrir estos h de p